As the Gods Will
el que pide, recibe
- Título original: Kamisama no Iu Toori
- Nacionalidad: Japón | Año: 2014
- Director: Takashi Miike
- Guión: Hiroyuki Yatsu
- Intérpretes: Fukushi Sota, Kamiki Ryunosuke, Sometani Shota
- Argumento: Un grupo de estudiantes de bachiller son forzados a jugar un juego de la muerte sin saber quién, por qué o cómo.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 4.5/5
Takashi Miike es bien conocido por su cine bizarro, controversial y gráfico; con escenas que van desde sexo zoofílico, asesinatos con dardos soplados desde una vagina menstruando, un muchacho que sufre de acoso o “bully” raspándole el excremento a un pobre tipo de su escuela, un colegial golpeando a su madre como desquite porque a él le golpean mientras los demás miembros de su casa lo permiten, un hombre rebanado desde la cabeza hasta la ingle, una película de zombies musical con animaciones de 24 frames por segundos, etcétera.
Es un director prolífico —entre 1992 y 2002 realizó unas 25 películas— que lleva más de noventa películas en su haber, de las cuales prácticamente todas tienen un componente polémico y/o extraño, capaz de causar aberración o placer por igual en el espectador. Su cine no es para todos, y prueba de ello es su anecdótico paso por la serie de televisión Masters of Horror, al lado de directores consagrados como Joe Dante, Darío Argento, Don Coscarelli, Tobe Hooper, Stuart Gordon o John Carpenter, entre otros. En dicha serie a todos ellos les dieron libertad creativa, a excepción de ligeras restricciones de contenido sexual y violento —nada de desnudos frontales ni de violencia relacionada con niños; fuera de eso… todo lo que quisieran—. Miike realizó Imprint, basada en un cuento tradicional japonés, “Bokkee Kyotee”, escrito por Shimako Iwai. En su aportación incluyó representaciones gráficas de violencia, tortura femenina y fetos abortados que él consideró “suaves” y “socialmente aceptable”, pero que abrieron un crudo debate acerca de la libertad y los cánones de violencia admisibles para una audiencia occidental.
Lo mejor: la escena del darumasan ga koronda es preciosa.
Lo peor: se termina y te dejan con ganas de más.