The Black Demon
Tiburón de leyenda.

Mientras Paul Sturges se va de vacaciones a Bahía Azul con su familia, desde las profundidades del mar se eleva un enorme megalodón conocido solo por su nombre: El Demonio Negro.
Este verano no tendremos una, sino dos películas con tiburones gigantescos en los cines. Y es que a la secuela de Meg, hay que sumar The Black Demon, una curiosa co-producción entre Estados Unidos y República Dominicana, más pequeña, digamos de presupuesto medio. La verdad es que no tengo los datos del presupuesto, pero viendo el trailer, dudo mucho que se hayan gastado la mitad de los 130 millones de dólares de la citada Meg. Es otro rollo, vaya. Si bien en aquella, apostaron por el espectáculo, el más grande mejor, la aventura e incluso momentos cómicos y parodia autoconsciente, en The Black Demon parece que la cosa va más en serio y se acerca al thriller y al terror, sin suavizar estos elementos o el gore para acceder a la permisiva calificación PG13, en lugar del R (mayores de 18 años). Y ya con esta decisión, desde luego me ganan en detrimento de la otra, puesto que una de las principales razones de la cagada de Meg fue recortar de aquí y allá y cambiar su tono para hacerla apta para todos. Claro, resultó ser un gran éxito, en una jugada similar a la de la infumable Venom (2018).