The Town That Dreaded Sundown
El asesino Fantasma sigue en plena forma... 65 años después

- Título original: The Town That Dreaded Sundown
- Nacionalidad: USA | Año: 2014
- Director: Alfonso Gómez-Rejon
- Guión: Roberto Aguirre-Sacasa
- Intérpretes: Addison Timlin, Veronica Cartwright, Travis Tope
- Argumento: 65 años después de que una oleada de crímenes aterrorizase a todo Texarkana, una noche una pareja vuelve a ser atacada por el asesino fantasma...
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 3/5

Han pasado 65 años desde que el asesino fantasma aterrorizase a la pequeña localidad de Texarkana. Y casi 40 desde que Charles B. Pierce dirigiera la película “The Town That Dreaded Sundown”, sobre dichos asesinatos. Texarkana ha recuperado la calma e intenta superar su pasado traumático. Entre otras estrategias para conseguirlo, proyecta la película en el cine del lugar, algo que divide a la población. Durante uno de estos pases, Jami (Addison Timlin) y Corey (Spencer Treat Clark) deciden abandonar el cine y buscar un lugar apartado en Lover’s Lane, una zona alejada que solían frecuentar jóvenes parejas en los años 40 y, sí, donde se cometieron los crímenes del asesino fantasma. Contra todo pronóstico, éste hace su aparición, y ataca a la pareja. A partir de ese momento, Jami, hija de periodistas del lugar, tendrá una misión: que la historia del enmascarado no se olvide y salga a la luz. Pero… ¿quién, 60 años después, está dispuesto a continuar el legado del asesino fantasma?
¿Reboot? ¿Remake? ¿Secuela?
The Town That Dreaded Sundown se presenta como una suerte de cóctel de naturaleza mixta: podría ser un remake de la película de 1976, pero también un reboot de la misma y, definitivamente, una secuela. Y durante todo su trayecto, no se decanta por ninguna de las tres opciones. Las desarrolla, de hecho, y consigue mantener el tipo hasta el final. No es necesario haber visto la anterior, pero la parafrasea constantemente. Así, tal y como Joan nos aventuraba cuando nos habló de la misma, la saga Scream, en especial la segunda y la tercera parte, parecen convertirse en referentes involuntarios, aunque aquí no hay rastro de ironía ni autoparodia. Tampoco se las echa en falta.
Lo mejor: el sorprendente primer tercio de película.
Lo peor: la sensación de que se devalúa el material original.