The Town That Dreaded Sundown

El asesino Fantasma sigue en plena forma... 65 años después

The Town That Dreaded Sundown

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

The Town That Dreaded Sundown

Han pasado 65 años desde que el asesino fantasma aterrorizase a la pequeña localidad de Texarkana. Y casi 40 desde que Charles B. Pierce dirigiera la película “The Town That Dreaded Sundown”, sobre dichos asesinatos. Texarkana ha recuperado la calma e intenta superar su pasado traumático. Entre otras estrategias para conseguirlo, proyecta la película en el cine del lugar, algo que divide a la población. Durante uno de estos pases, Jami (Addison Timlin) y Corey (Spencer Treat Clark) deciden abandonar el cine y buscar un lugar apartado en Lover’s Lane, una zona alejada que solían frecuentar jóvenes parejas en los años 40 y, sí, donde se cometieron los crímenes del asesino fantasma. Contra todo pronóstico, éste hace su aparición, y ataca a la pareja. A partir de ese momento, Jami, hija de periodistas del lugar, tendrá una misión: que la historia del enmascarado no se olvide y salga a la luz. Pero… ¿quién, 60 años después, está dispuesto a continuar el legado del asesino fantasma?

¿Reboot? ¿Remake? ¿Secuela?

The Town That Dreaded Sundown se presenta como una suerte de cóctel de naturaleza mixta: podría ser un remake de la película de 1976, pero también un reboot de la misma y, definitivamente, una secuela. Y durante todo su trayecto, no se decanta por ninguna de las tres opciones. Las desarrolla, de hecho, y consigue mantener el tipo hasta el final. No es necesario haber visto la anterior, pero la parafrasea constantemente. Así, tal y como Joan nos aventuraba cuando nos habló de la misma, la saga Scream, en especial la segunda y la tercera parte, parecen convertirse en referentes involuntarios, aunque aquí no hay rastro de ironía ni autoparodia. Tampoco se las echa en falta.

Lo mejor: el sorprendente primer tercio de película.

Lo peor: la sensación de que se devalúa el material original.


The Town That Dreaded Sundown

El asesino Fantasma sigue en plena forma

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

The Town That Dreaded Sundown

El verdadero capital histórico de Estados Unidos reside en su crónica negra. América parece ser la única nación que se enorgullece de poseer una larga trayectoria de crímenes violentos, tanto resueltos como no. Sea sintomático, o no, de asimilarlos con mayor madurez que otras sociedades, o condenarlos, o sencillamente por una noción del espectáculo más arraigada que en Europa, los americanos saben qué hacer con sus asesinatos: series, novelas, películas, canciones.

En 1946, fueron atacadas ocho personas entre los meses de febrero y mayo en Texarkana, Texas. De ellas, cinco murieron, y tres lograron sobrevivir. Entre cada crimen transcurrieron, en general, tres semanas, aunque no siempre fue así. La mayoría de los ataques se produjeron en noches de luna llena, pero a veces no coincidió. Esta indefinición en las pautas, junto con el hecho de que el asesino cubría su rostro con una capucha blanca, provocó que la policía fuera incapaz de atrapar al agresor, a quien los medios bautizaron como “El Asesino Fantasma”.

Lo mejor: los ataques del asesino.

Lo peor: personajes y trama son bastante inconsistentes.


Chocolate Strawberry Vanilla

Dulce obsesión...

Chocolate Strawberry Vanilla

El único motivo que encuentra el conductor de la furgoneta de helados Warren Thompson para seguir adelante con su existencia monótona, viene en forma de la hermosa estrella de televisión Katie George. Perdidamente enamorado de la joven actriz, Warren no puede dejar de imaginar lo que sería la vida con Katie a su lado. Tras sufrir una nueva paliza por parte de lo matones locales, la frágil psique de Warren se viene definitivamente abajo a causa de la tensión, y su amor por Katie se convierte en una obsesión psicótica. A medida que las líneas entre la realidad y la ficción se difuminan, la búsqueda de Warren para hacer suya a Katie tendrá consecuencias catastróficas para todos los que pueblan su sencillo mundo.

Hoy pienso soltar otro de mis wow… ¡Woooow! Y va especialmente dedicado al director australiano Stuart Simpson, que en 2010 firmó una película de la que me declaro fan absoluto: El Monstro del Mar, en la que tres valkirias rockabillies se enfrentaban a un monstruo que parecía fruto de una mañana de resaca del mismísimo Roger Corman. Genial. Simpson regresa a escena con Chocolate Strawberry Vanilla, una comedia muy negra que algunos críticos han descrito como una mezcla de Taxi Driver y El bueno, el feo y el malo (casi nada…) y que el propio Simpson asegura que hará las delicias de los aficionados al cine de terror, a pesar de ser una película que difícilmente pueda encuadrarse en el género. Por lo visto la película plantea un descenso los infiernos de la locura y la obsesión por parte de un vendedor de helados enamorado perdidamente de una joven actriz televisiva. En algo que coinciden plenamente todas las reseñas que he podido leer de Chocolate Strawberry Vanilla es en la extraoridnaria interpretación que del vendedor de helados realiza el actor Glenn Maynard. Os dejo con el trailer, el póster y algunas imágenes de Chocolate Strawberry Vanilla… por mi parte un “must to see” al que me gustaría hincarle el diente cuanto antes.

The Possession of Michael King

El demonio adora a los incrédulos

The Possession of Michael King

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  • Título original: The Possession of Michael King
  • Nacionalidad: USA | Año: 2014
  • Director: David Jung
  • Guión: David Jung
  • Intérpretes: Shane Johnson, Ella Anderson, Cara Pifko
  • Argumento: Tras la muerte de su esposa, Michael King inicia el rodaje de un nuevo documental dispuesto a desenmascarar a mediums y exorcistas de poca monta.

DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

The Possession of Michael King

Considero que hay tres películas recientes que han logrado renovar, en mayor o menor medida, los subgéneros en los que se inscriben. La primera de ellas es Afflicted, película independiente que suposo el debut de Derek Lee y Clif Prowse (directores y guionistas del evento) y que nos ofreció una mirada original, moderna y urbana a un género vampírico acostumbrado a sufrir todo tipo de experimentos y excesos. El segundo título es Wer, la soberbia película de William Brent Bell (The Devl Inside) que ha sabido mezclar, con una rotunda eficacia - y con un resultado final encomiable – el thriller más oscuro con un género tradicionalmente mucho más estático como es el de los licántropos u hombres lobo.

Y finalmente llegamos a The Possession of Michael King, película que hoy nos ocupa y entre cuyos mayores méritos figura el de ser una muestra del cine de posesiones demoníacas que intenta alejarse - y lo consigue en gran medida – de la omnipresente incluencia del gran tótem del género: El Exorcista de William Friedkin.

Ahora que me tomo un par de segundos para pensarlo mejor, supongo que el término “renovar” resulta demasiado ambicioso y exagerado, pero sí estoy convencido de que, al menos, estos tres títulos han supuesto, como mínimo, un soplo de aire fresco a sus respectivos subgéneros. Además, las tres películas comparten un rasgo en común: todas ellas podemos incluirlas en el, en ocasiones denostado, subgénero del falso documental (mockumentary) o del metraje encontrado (found footage).

Lo mejor: Una mirada fresca y original a un tema muy trillado.

Lo peor: La escena final.


Siccin

Una pizca de locura turca

Siccin

Oznur es una mujer joven y bella. Desde su más tierna infancia siente un amor platónico por su primo Kudret. Pero Kudret está casado con una mujer llamada Nisa y es muy feliz. Oznur toma la decisión de practicar magia negra con el objetivo de estar junto a él. Pero el terrible hechizo tendrá consecuencias inesperadas… Oznur será acosada por seres malignos.

No conozco Musallat ni su secuela, Musallat 2: Lanet, dos de las películas de género que figuran en la filmografía del guionista y director turco Alper Mestçi. De hecho no conozco prácticamente nada sobre la cinematografía turca, más allá de algunas secuencias sueltas que haya podido disfrutar en youtube pertenecientes a esas locuras psicotrónicas que los turcos perpetraban allá por los años 70 y 80. Me estoy refiriendo, obviamente, a sus plagios/homenajes o como queráis llamarlos, que fusilaban obras tan populares como la saga Star Wars, E.T., Superman, Star Trek o El Exorcista. Mítica es aquella película en la que el Capitán América y El Santo unen sus fuerzas contra el villano de turno… que resulta no ser otro que el mismísimo Spiderman. Genial. Bizarrismo en estado puro; y lo más curioso de todo este asunto es que estas películas solían estar destinadas a un público infantil, a pesar de contener unas dosis de violencia más que considerables. Supongo que Siccin, la nueva película del mencionado Alper Mestçi, queda muy lejos de aquellas entrañables cutreces con la que se criaron toda una generación de turcos, pero en cualquier caso el trailer de Siccin tiene un puntito de locura nada desdeñable. Os dejo con el tráiler y alguna imagen impactante de Siccin.

Monster

Si me ves, corre

Monster

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

Monster

Cary Grant, en una ocasión, hablando con Gene Wilder, le dijo: “¿Te has dado cuenta de que cada vez que tomas a alguien ordinario – digamos como tú o como yo – y lo metes en una situación extraordinaria, da como resultado un buen thriller?”. Cary Grant tenía razón…; Gene Wilder lo hizo protagonizando El expreso de Chicago (Silver Streak, 1976) y Alfred Hitchcock lo demostró en películas como Con la muerte en los talones, Sabotaje o 39 escalones, entre otras. En esta ocasión Hwang In-ho lleva a cabo la misma fórmula, porque ¿qué puede ser más ordinario que un par de niñas y más extraordinario que un asesino a sangre fría con habilidades que lo hacen casi un ser invulnerable?

Por un lado tenemos a Bok-Soon (Kim Go-Eun), a la que si bien no podemos considerarla una niña, sino más bien una joven adulta, mentalmente no deja de ser una cría. Dulce, tierna, tonta, juguetona y olvidadiza; y sin embargo de carácter agresivo y que no se deja amedrentar por nadie llegado el caso, por lo que en su pueblo la conocen como “psycho bitch”. Por otro lado tenemos a Tae-Soo (Lee Min-Ki), un asesino despiadado, sin ningún remordimiento —el monstruo que da título al filme— contratado para realizar un trabajo que involucra a Na-ri, una pequeña niña testigo del crimen y que logra huir para acabar cruzándose en el camino de Bok-Soon, lo que da paso al enfrentamiento de esta última con Tae-Soo.

Lo mejor: Los personajes y las escenas de acción.

Lo peor: Por momentos decae la tensión.