Las brujas de Zugarramurdi
La delgada línea entre lo genial y lo bochornoso

- Título original: Las brujas de Zugarramurdi
- Nacionalidad: España | Año: 2013
- Director: Alex De la Iglesia
- Guión: Alex De la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
- Intérpretes: Hugo Silva, Mario Casas, Carmen Maura
- Argumento: Dos parados cometen un atraco y son perseguidos por la policia y la ex mujer de uno de ellos. Terminarán en Zugarramurdi, un pueblo con gran tradición de brujería.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 2.5/5

Alex De la Iglesia es un cineasta que siempre ha andado al filo de esa delgada línea. Después de unos comienzos harto prometedores, con Acción mutante (1993) y, sobre todo, la obra maestra El día de la bestia (1995), su carrera se ha debatido entre propuestas notables – Perdida Durango (1997), La comunidad (2000)-, fallidas – Muertos de risa (1999), 800 balas (2002), Los crímenes de Oxford (2008)- y bodrios infumables – Crimen ferpecto (2004), Balada triste de trompeta (2010), La chispa de la vida (2011)-. Con Las brujas de Zugarramurdi todo parecía dispuesto para volver a los orígenes y dar de nuevo el pelotazo con una genialidad tan macarra como divertida. Y efectivamente, la primera mitad se encuentra entre lo mejor que ha rodado su director. Desgraciadamente, la segunda mitad está entre lo peor.
Las brujas de Zugarramurdi es el regreso de De la Iglesia al humor negro cañí con elementos de terror. Elementos que han estado presentes en sus tres mejores propuestas, las citadas Acción mutante, El día de la bestia y La comunidad. Cuando un cineasta explota tan rápido puede ocurrir que pierda esa frescura en su etapa de madurez creativa. Podría decirse que esto le ha ocurrido a Alex. El niño prodigio se ha convertido en presuntuoso valedor de sí mismo, y este intento de seguir siendo aquel niño se resiente de su actual naturaleza. El tipo sabe mover la cámara y situarla donde mejor le convenga a cada escena, eso es innegable. A nivel técnico, dentro de sus limitaciones, es impecable. La puesta en escena supera sin problemas la atolondrada media de nuestro cine, sin desmerecer de cualquier película producida en Hollywood con un presupuesto medio.
Lo mejor: Los primeros 50 minutos.
Lo peor: Lo que sigue.