Love and monsters
El amor en el fin del mundo
- Título original: Love and monsters
- Nacionalidad: Estados Unidos | Año: 2020
- Director: Michael Matthews
- Guión: Brian Duffield, Matthew Robinson
- Intérpretes: Dylan O'Brien, Michael Rooker, Ariana Greenblatt, Jessica Henwick, Ellen Hollman
- Argumento: El mundo ha sido invadido por criaturas pero el amor de un adolescente lo puede todo.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 3.5/5
Comparada por la crítica con Zombieland por el carácter desenfadado de ambas propuestas, aunque personalmente su referencia más cercana viene de un videojuego, la cinta que reseñamos hoy es una excelente producción con buenos efectos especiales y muy carismática en su planteamiento adolescente. Entre la pandemia y el deseo de incentivar las plataformas domésticas por parte de Paramount, Love and monster ha visto mermada su distribución internacional en salas; una pena, pues su factura merece una pantalla grande y seguro que gana enteros disfrutada entre palomitas y público de todas las edades. Son malos tiempos para estos formatos que hace solo unos años habrían ocasionado un ruido y un éxito en taquilla notable…
La cinta presenta un mundo abandonado por los humanos, escondidos en refugios cuando la tierra es dominada por mutaciones descomunales de nuestra flora y fauna. Joel (Dylan O’Brien) es un chaval que hace unos años vio truncada su adolescencia cuando los monstruos le arrebataron a su familia y le alejaron de su novia (Jessica Henwick), con la que sigue manteniendo una relación, vía radioaficionado, pues se encuentra en un refugio a sólo 85 millas. Aunque, con la que hay montada en la superficie, esa distancia es todo un mundo. Con una cada vez más alarmante falta de recursos y llevado por los vientos del amor, nuestro héroe decide salir al exterior y luchar por llegar junto a su particular Penélope, pese al terror paralizante que le provocan estos seres.
Lo mejor: Un mundo imaginativo y muy entretenido que bien podría ser el arranque de una franquicia.
Lo peor: Le hubiera sentado genial algo más de acidez adulta.