Hay algo muy bueno en “Asylum Blackout”: es consciente de la película que es, y en ella están perfectamente ajustados las intenciones y los resultados. Eso significa que si su puntación global es de seis es porque no es una obra maestra, y lo sabe. Ni siquiera tiene grandes ambiciones, pero utiliza todas sus bazas para sacarle el máximo partido y lustre a su material.

George (Rupert Evans), Max (Kenny Doughty) y Ricky (Joseph Kennedy) trabajan de cocineros en una institución mental. El trabajo es gris y monótono, pero lo mantienen para poder seguir con su grupo de música. Esto cambiará radicalmente cuando un apagón les deja encerrados en el edificio, con todos los internos en libertad…

Jordan llega a un pequeño pueblo llamado Silver Falls, hogar de sus tíos, después de la muerte de sus padres. Cerca se encuentra un oscuro bosque que encierra varios secretos, pero alguno más macabro que otro y la joven Jordan tendrá que sufrir el acoso de uno de ellos.

A la vida de Tom le falta algo. Su matrimonio ha perdido la chispa que tenía, su trabajo le asfixia y su mejor amigo de la infancia, Dan, vive aferrado al pasado. Cada día que pasa se distancia más de los que le rodean. Dan tiene la solución, algo que Tom tendrá que ver para creer, y lo verá esta noche. Lo que Dan le enseña deja a Tom totalmente trastocado, su mente rebosa imágenes perturbadoras y ese será el lazo de unión entre los dos amigos: su oscuro secreto.

Molly Reynolds es una recién casada que regresa a su casa, abandonada durante mucho tiempo, donde vivió junto a su familia. Es por ello que empezará a revivir momentos angustiosos de su terrible infancia, momentos que empezarán a emborronar la fina línea entre el bien y el mal.

Una lujosa mansión, una actriz de cine mudo de la alta sociedad, mujeres que vestían a la moda y los hombres que las amaban. Un cóctel “made in” los años 20. Han pasado los años y los fantasmas de estos permanecen en dicha mansión. Ahora los muertos volverán a por una nueva generación de chicas guapas. ¡Los muertos quieren mujeres!

Alice es una pequeña niña de 11 años. Esta hace de imán para las señoras mayores, tanto que prácticamente se convierte en la cura para el “síndrome de nido vacío” que sufren dichas señoras. Un día Alice se topará con la señora equivocada. Poco después de la llegada de Ann, que así se llamaba la señora, Alice desaparece y al mismo tiempo llega al barrio Claudia, una recién divorciada. Esta cometerá un error muy grande, le pedirá a Ann que cuide de su hija Julie durante un fin de semana. ¿Descubrirá lo que le pasó a la pequeña Alice?

¡Vaya plantel! Si el argumento os parecido interesante seguro que el reparto no os tira para atrás. Jonathan Zarantonello es el encargado de dirigirla, un director un tanto amateur aunque ya cuenta con experiencia tras haber actuado como director y guionista en la comedia italiana Uncut. Parece que ahora lo intenta con el cine de terror, propio también de su bonito páis, Italia. Para ello contará con una pequeña joya de dicho cine, Barbara Steele o también conocida por el sobrenombre “The Queen of All Scream Queens. Interpretó varios papeles en la década de los 60 y en esta última edición del festival de Sitges fue premiada con un premio honorífico. Del resto del reparto también destacaría al estadounidense Ray Wise que ya participó en Jeepers Creepers 2 y la que fue protagonista de Pesadilla en Elm Street Heather Langenkamp, pero, lo dicho, la película no se queda corta a la hora de elegir actores.