Intruso en la noche
El último gran slasher
- TÃtulo original: Intruder
- Nacionalidad: EEUU | Año: 1989
- Director: Scott Spiegel
- Guión: Lawrence Bender, Scott Spiegel
- Intérpretes: Elizabeth Cox, Renee Estevez, Dann Hicks, Sam Raimi
- Argumento: Los jóvenes trabajadores de un supermercado local verán amenizado su turno de noche por un manÃaco dispuesto a no dejar a nadie de la plantilla con vida.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 4/5
Tras un buen tiempo en la lista de visionado pendiente, por fin encontré el momento de ponerme con Intruso en la noche. Y tengo que decir que lo último que estoy es arrepentido. El filme es un magnífico exponente del slasher más clásico, el ochentero, gestado con el mecenazgo del gran Sam Raimi, que incluso se guarda un papel secundario para él y otro para su hermano Ted. A poco que se lea acerca de la gestación de Intruder, dará la impresión de que fue creado durante el rodaje de Posesión Infernal; el segundo de abordo en el clásico del Necronomicón es el director aquí, el pueblo donde sucede la acción recibe el nombre de aquel dónde se criaron ambos directores, y hasta tenemos al legendario Bruce Campbell en un cameo al final de la película (eso sí, su nombre aparece descaradamente grande en la portada de la película, en un alarde de publicidad engañosa).
Como anuncia el título, Intruso en la noche es considerado por muchos el último gran slasher de la época dorada del género. Igual que esas discotecas legendarias que cierran para siempre en una noche que para muchos es inigualable, el título que nos ocupa también se encarga de despedir el género por todo lo alto. ¿Cómo lo hace? Gracias principalmente a dos aspectos: la innovadora cámara y un desbocado gore –obra del maestro de los efectos con goma, Greg Nicotero – que hace parecer a sus compañeros de clase, Viernes 13 y Halloween, benévolas películas de Disney.
Lo mejor: Ganas de innovar en el género sin perder la identidad
Lo peor: El comienzo es algo lento y puede hacerse algo pesado hasta que no comienzan las hostilidades.