Comrade Drakulich
Chupando la sangre del trabajador.

- Título original: Comrade Drakulich
- Nacionalidad: Hungría | Año: 2020
- Director: Márk Bodzsár
- Guión: Márk Bodzsár
- Intérpretes: Lili Walters, Ervin Nagy, Mónika Balsai, Zsolt Nagy, Szabolcs Thuróczy
- Argumento: Un vampiro es espiado por los servicios secretos húngaros
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 3/5

Con mucho y buen humor y ese toque que tienen las producciones de los países del Este, que dota de una magia fabulante a su realidad social y que Wes Anderson ha sabido copiar y hacerlo un sello personal, “Comrade Drakulich”, que podríamos traducir como “Camarada Drácula” es una recomendable comedia con muchísima retranca política, que se hizo con el premio al mejor guion en la pasada edición del festival de Sitges. Su proyección junto con “post mortem”, dejaron claro el buen estado en el que se encuentra el cine de estas latitudes, que hace un par de años, por refrescar la memoria, ganó el festival con “Jupiters moon”.
Centrándonos en la cinta que nos ocupa, nos encontramos con un descabellado punto de partida. Son los años 70 y el presidente ruso Brehznev empieza a notar el aliento de la muerte en su nuca, con lo que lanza a sus servicios secretos en busca de la inmortalidad: les pide que capturen a un vampiro. El mayor candidato a vampiro será Fabian; un alto cargo que, junto al Che y a Fidel, llevó el comunismo a Cuba y que ahora se encarga de las donaciones de sangre patriota para los camaradas que se dejan la vida en Vietnam. Pese a que su edad rondaría los setenta años, Fabian luce el aspecto de un atractivo treintañero. Dispuestos a extraer de él el secreto del vampirismo y de la vida eterna, la inteligencia hungara asigna la misión de vigilancia de este individuo a sus dos mejores agentes, que también son pareja: María y Kun. La química entre María y Fabián será inmediata, desatando el interés de la cúpula en que seduzca al sospechoso y los celos irrefrenables de su amante.
Lo mejor: Su humor particular y su factura.
Lo peor: No hay casi vampiros.