Midnighters
Endeble pero vistosa
- Título original: Midnighters
- Nacionalidad: Estados Unidos | Año: 2017
- Director: Julius Ramsay
- Guión: Alston Ramsay
- Intérpretes: Alex Essoe, Perla Haney-Jardine, Dylan McTee
- Argumento: Una pareja atropella accidentalmente a un hombre, desencadenando un juego de sospechas alrededor de un puñado de dólares.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 2.5/5
Medianoche, víspera de Año Nuevo. Cuando todas las esperanzas depositadas en los nuevos comienzos cobran vida, como por arte de magia. Excepto por Lindsey y Jeff Pittman, un matrimonio venido a menos que se enfrenta a la prueba definitiva de sus lazos sentimentales. Después de encubrir un crimen accidental, el atropello de un caminante desconocido, una red de engaño y avaricia atrapará a la pareja, arrastrando a la hermana de Lindsey y a otras personas igual de afectadas por la envidia y el miedo, combustible ideal para esta hoguera de las vanidades.
Julius Ramsay salta de la televisión (“Scream”, “Outcast”, “TheWalkingDead”) al cine mediante “Midnighters”, thriller con tintes de novela negra que no llega a ser ninguna obra maestra pero bien sirve para pasar un rato cualquiera. La condición como espectador es evitar cualquier exigencia frente a la falta de coherencia argumental desplegada, elemento clave, por otro lado, cuando un cineasta intenta imitar a clásicos de la talla de Hitchcock, aquí la principal referencia. Los ecos de “Crimen Perfecto” son tan evidentes como negativos a la hora de valorar “Midnighters”, por aquello de enfrentarnos a una situación tratada mil y una veces dentro del cine y la literatura con resultados muy, muy superiores. Quizás lo mejor que se pueda decir de la ópera prima de Ramsay, acompañado al guion por su hermano Alston, es que opta por evitar los artificios exagerados, muy consciente del sub género que trata, haciendo hincapié en la atmósfera y en el ritmo, redundando en una obrita muy agradable de ver y, también, muy fácil de olvidar.
Lo mejor: Tiene tantos giros argumentales que te mantiene siempre entretenido.
Lo peor: Las motivaciones y justificaciones de dichos giros son inexistentes, creando una desagradable sensación de aleatoriedad.