Cuando un terremoto deja su laboratorio subterráneo devastado, a 11 km. de profundidad, un grupo de investigadores deberá volver a la superficie si quiere salvar su vida.

¿Es esa Kristen Stewart? ¡Bah! ¡Paso de ver esto! ¡La de los vampiros gusiluz! Ya se sabe, igual que sucede con cada nueva película mainstream en la que se mete Robert Pattinson, su compi de fatigas en aquella saga vampírica, recibe odio y críticas por doquier en las redes, antes de ver la película o directamente, sin ver el trailer. Sin embargo, cuando se mete en proyectos independientes y/o minoritarios más arriesgados, poco eco se hacen los mismos hater en las redes sociales. Básicamente, no conocen su trabajo más allá de lo más comercial. Y lo mismo con Pattinson. De ahí que todavía sea normal encontrarnos con estas reacciones, pese a que ambos actores llevan unos cuantos años demostrando su valía más allá de los trabajos que les dieron a conocer a nivel masivo. Cuestión de tiempo, supongo.

Old es un farolero que comienza a envejecer. La tranquilidad en la que parece que se va a sumir su vida se ve alterada cuando un evento sobrenatural llega proveniente de la costa. Un evento que tendrá relación con algunos de los mitos marinos más conocidos.

Hace unas semanas, con la confirmación de Robert Pattinson como el nuevo Batman, se montó el lío, por otro lado habitual, en redes sociales. Los hater, ya se sabe. Mucha gente, todavía, parece desconocer que este actor dejó de lado su vampiro de Crepúsculo hace años. De hecho, desde entonces, ha elegido muy bien sus papeles y directores detrás de los proyectos. Se ha especializado en cine indie y/o arriesgado, protagonizando Cosmopolis (2012) y Maps to the Stars (2014), ambas de David Cronenberg, The Rover (2014), Z: La ciudad perdida (2016) o High Life (2018). Ahora, su fichaje por el rompedor ^*Rogger Eggers* para The Lighthouse, promete darle el empujón definitivo para que todos se olviden del maldito vampiro gusiluz. Y es que, lo nuevo del director de la mágnifica y polémica La bruja (2015) apunta a ser una de las sensaciones del año no sólo dentro del género de terror, sino de cualquier género.

De Bélgica nos llega hoy un interesante thriller psicológico con aroma y look de melodrama clásico, de hecho sus elementos dramáticos son aquí fundamentales para la intriga que se va cocinando a fuego lento. Su aire añejo, voy poniendo sobre aviso a los buscadores de gore, alejan este instinto maternal de cualquier atisbo de violencia: todo lo malo va a suceder fuera de campo.

La relación de amistad y vecindad de Alice y Céline se trunca violentamente cuando el hijo de esta última muere al caer desde lo alto de la ventana de su habitación. Alice, que contempló todo y trató de evitar el accidente, se siente confusa cuando es acusada por su amiga de no haber hecho lo suficiente para salvar al crio. Hecha un mar de dudas, no tiene claro si ha de preocuparse por su marido y su hijo o tratar de rescatar a Céline del pozo de tristeza en el que anda sumida.

Imagino que para una madre no existe mayor miedo que la pérdida de un hijo. Y no me refiero sólo a una pérdida física que ha de ser devastadora, sino también al miedo de que su personalidad termine siendo diametralmente opuesta a nuestras expectativas. Así, el despertar a la edad adulta, se puede transformar en el vehículo ideal para una pesadilla en el seno del hogar. Y esta es la premisa a la que se abraza el título de hoy: La de que nuestro adorado hijo pase, de la noche al día, a transformarse en un perfecto desconocido. Algo que, por cierto, parece estar de moda esta temporada pues títulos como “The progeny”, “Brightburn” o “Us” proponen, en cierta manera, esta sustitución del yo por un reverso cuando menos inquietante.

Tras su separación Sarah se traslada con su hijo a una casa en la linde de un bosque. Trata de mantener al crio al margen de los problemas que han provocado su ruptura matrimonial, pero éste se muestra cada vez menos conforme a los cambios inevitables. Después de una discusión ambos descubrirán un misterioso y peligroso agujero entre la espesura. Esa misma noche el chico, Chris, desaparece por unas horas y al regresar ya nada será lo mismo.

En un pueblo de la costa gallega vive Mario, un hombre ejemplar. En la residencia de ancianos en la que trabaja como enfermero todos le aprecian. Cuando el narco más conocido de la zona, Antonio Padín, recién salido de la cárcel, ingresa en la residencia, Mario trata de que Antonio se sienta como en casa. Ahora, los dos hijos de Padín, Kike y Toño, están al mando del negocio familiar. El fallo en una operación llevará a Kike a la cárcel y les generará una gran deuda con un proveedor colombiano. Toño recurrirá al enfermero para que intente convencer a su padre de que asuma la deuda. Pero Mario, tiene sus propios planes.

En sociedades antiguas, en particular aquellas con sistemas de justicia natural, el método para disuadir a los asesinos era permitir a la familia del asesinado vengarse del asesino. Las vendettas o peleas de sangre, son una secuencia de actos o acciones premeditadas, motivadas por la venganza y llevadas a cabo a lo largo de un tiempo por familias o grupos reclamando justicia. Da igual cuando leas esto. Da igual si se habla de siglos atrás o de la más rabiosa actualidad. La venganza, un tema eterno, universal, tratado de mil maneras, aunque siempre nos lleva al mismo final.

Paco Plaza sigue creciendo. Si bien sus inicios fueron inciertos, con El segundo nombre (2002) y Romasanta (2004), fue el gran éxito de la mágnifica REC (2007), codirigida junto a Jaume Balagueró, la que le puso en boca de todos.

Adaptación de bestseller francés “La hora de la salida” de Christophe Dufossé, que fue todo un éxito en 2005, la cinta de la que vamos a hablar a continuación, es un excelente thriller que se hizo con la mención especial de la crítica en la pasada edición del festival de Sitges. Aprovechando su estreno en España este fin de semana, hemos visto de nuevo el film y desempolvado las notas para describios nuestras impresiones… el por qué cuando escribo una reseña tiendo a hablar en plural es un misterio.

Tras el suicidio durante la clase del que fue su maestro por 4 años, un nuevo profesor toma las riendas del curso de los alumnos de tercero; curso experimental que reúne los mejores expedientes de la región. Pronto el maestro comenzará a sospechar de la actitud desafiante y extraña de seis de ellos. Con una sensación cada vez mayor de amenaza, los seguirá hasta una remota cantera donde descubrirá que practican misteriosas ceremonias de resistencia al dolor.