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Under the Skin (Bajo la piel)

Trailer, cartel y guerra de críticas del polémico experimento

Under the Skin (Bajo la piel)

Hace un tiempo os hablé por primera vez de Under the Skin. En aquel momento nos teníamos que conformar con un escueto teaser de acabado tirando a cutre. Sin embargo, la propuesta por sí misma ya levantaba expectativas entre el sector de aficionados más valiente y morboso. Recientemente ha aparecido el tráiler, con sus dos minutos y su montaje mucho más cuidado. Y a pesar de todo, igual de extraño y malsano. Queda claro que su director y guionista, Jonathan Glazer, no se ha andado con tonterías a la hora de adaptar la novela de Michael Faber. Tampoco parece que su protagonista, Scarlett Johansson, haga muchos ascos a interpretar a la sensual, y sexual, alienígena que viaja a nuestro planeta para cazar humanos.

Una alienígena se encuentra en la Tierra disfrazada de humana. Su objetivo: cazar humanos. Para ello ha elegido la apariencia de una mujer de gran belleza y sexualidad voraz. Ella es eficientemente mortal, pero con el tiempo llega a ser modificada por la complejidad de la vida en el planeta. Con la nueva humanidad encontrada y su debilitamiento, correrá el riesgo de enfrentarse en su propia especie.

Visto así, podría parecer la enésima secuela de Species (1995) con la variante del aparente encuentro de la humanidad en el alien. Nada más lejos de la realidad. Echad un vistazo al tráiler y me comprenderéis. Se trata de una oscura mezcolanza de géneros, desde el thriller al terror, pasando por el drama y la ciencia ficción, envuelto en un halo de cine de experimental y erotismo. Una de esas películas llamadas a crear polémica en festivales y, posiblemente, pasar desapercibida entre el gran público para poco después convertirse en objeto de culto. Por ahora, lo primero se está cumpliendo: su paso por festivales tan importantes como el de Venecia y el de Toronto se ha saldado por aplausos y abucheos por igual. Unos la encumbran a obra maestra y otros la reducen a tomadura de pelo. Unos hablan de que el gran Stanley Kubrick estaría encantado y otros aseguran que es capaz de aburrir a las ovejas.

Algunas cosas que ha dicho la crítica:

Viy 3D

Érase una vez, en una pequeña aldea rusa…

Viy 3D

Pese al potencial que se le presupone a un país como Rusia en materia cinematográfica, son pocas las películas que logran salvar sus fronteras. Bien sea porque el desgaste cultural las hace poco aptas para foráneos o porque haya poco donde rascar en términos de verdadera calidad, son contadas, en los últimos años, las producciones que han tenido repercusión en otros países. El ejemplo que primero nos viene a todos a la cabeza es el díptico de los guardianes: Guardianes de la noche (2004) y Guardianes del día (2006). Ambas horribles, un poco menos la segunda, disfrutaron de gran éxito alrededor del mundo y, sobre todo, en su país natal, donde batieron unos cuantos record de taquilla. De hecho, son de su director, el hoy muy popular Timur Bekmambetov, de quien han salido otras propuestas rusas con abono internacional, como Black Lighting (2009) y la coproducción con USA La hora más oscura (2011), en ambas ejerciendo de productor.

Viy 3D se basa en un conocido cuento de terror ruso.

El Viyi, como lo conocemos aquí, nos cuenta la historia de tres estudiantes de la Academia teológica de Kiev. Cada verano, después del fin de las clases, emprende una larga procesión de camino a casa. Cuando cae la noche, los estudiantes se pierden en el bosque y encuentran una pequeña aldea en la que poder pernoctar. Sin embargo, en la película el protagonista es el cartógrafo Jonathan Green, el cual emprende un viaje científico por Europa del Este. Eso sí, el destino que le espera es el mismo: la misteriosa aldea perdida en el bosque. Las personas que viven en ese lugar no se parecen a nadie que haya visto antes Jonathan. Ellos creen que el desconocido ha llegado para salvarles del mal que allí se esconde; algo diabólico que espera su momento para salir y crear el casos por el mundo.

El nuevo Frankenstein abocado al fracaso

8 millones y críticas nefastas en el estreno USA

El nuevo Frankenstein abocado al fracaso

Mal comienzo de año para el cine de de terror. Después de las decepcionantes cifras y peores críticas de Paranormal Activity: Los señalados y El heredero del diablo, le tocaba el turno a Yo, Frankenstein. A diferencia de aquellas, que no pueden considerarse fracasos gracias a sus exiguos presupuestos de 5 y 7 millones, la que nos ocupa costó 65. El desastre se venía oliendo desde hace tiempo, con los continuos retrasos en la fecha de estreno y sufriendo de unos poco alentadores trailers. Así, esta carísima caspa ha llegado a las salas USA ingresado unos pírricos 8 millones en sus tres primeros días. Además, la crítica la ha aplastado, concediéndola un 5% de valoraciones positivas según Rottentomatoes, mientras que el público votante en IMDB, pese a ser menos pesimista, no parece entusiasmado a juzgar por el 5,5 de media. Con estos datos es difícil pensar que este renovado Frankenstein vaya a ser capaz de superar los 20 millones.

El año pasado por estas fechas llegaba a los cines una propuesta a priori similar: Hansel y Gretel: Cazadores de brujas. Pese a que la crítica la destrozó de igual modo, el público quedó bastante más satisfecho (sin ir más lejos, gozó de unos cuantos aplausos entre los lectores de Almas Oscuras) y consiguió ingresar unos notables 225 millones de dólares alrededor del mundo, garantizando luz verde para una secuela. Los hermanos cazadores de brujas debieron su éxito al mercado extranjero, ya que en USA se tuvieron que conformar con unos decepcionantes 55 millones. Quizás, la razón por la que sus responsables han confirmado que la secuela será PG-13 y no R. Sea como fuere, Hangel y Gretel: Cazadores de brujas fue una de las pocas películas que, recientemente, aunque sea gracias al mercado global, consiguieron funcionar dentro de esta vertiente juvenil de fantasía de acción con elementos de terror. Otras tantas, entre ellas la muy superior Dredd (2012), se estrellaron estrepitosamente.

Kite

El polémico anime cobra vida

Kite

Sin duda, una de las OVA japonesas más controvertidas de los noventa fue Kitte (1998), también conocida como A Kite o Sexo letal. No fue una década escasa de anime polémico por su cantidad de violencia y sexo explicito, pero esta obra de culto se hizo un hueco entre personalidades como Quentin Tarantino, quién la utilizó para construir la mortífera lolita Gogo Yubari de Kill Bill vol. 1 (2003). Y parece ser que también de Samuel L. Jackson, no por nada buen amigo del genial director de Pulp Fiction (1994) y aficionado a salir en todo tipo de películas. De ahí que el bueno de Jackson no se lo haya pensado para secundar a la vengativa joven que protagoniza esta adaptación.

Sawa no sólo es una estudiante de instituto, también es una asesina a sueldo. Está bajo el control de Akai y Kanie, quienes le dicen a quién debe asesinar. Hace 3 años sus padres fueron asesinados, entonces Akai decide encargarse de su tutela. Aprovechándose y teniendo relaciones con ella cuando a él le apetecía. Sawa vive una vida difícil, pero se embarcará en una aventura para descubrir quién asesino a sus padres.

Kite comenzó como un proyecto entre el citado Jackson y el director David R. Ellis, quien al parecer hizo buenas migas con el popular actor afroamericano en la regulera Serpientes en el avión (2006). Cuando Ellis fue hallado muerto en junio del pasado año, el guión de Yasuomi Umetsu, firmante del original, pasó a manos de Ralph Ziman, responsable de la reputada El protector (2001). Para el papel principal, el de Sawa, escogieron a la guapa India Eisley, vista en Underworld: El despertar (2012)

Under the Skin

Llega el bizarro y polémico experimento de Jonathan Glazer

Under the Skin

Jonathan Glazer es uno de esos directores raritos que crean amores y odios en similares proporciones. Además, es de los que se prodiga poco y con ello, al menos para un grupo reducido de espectadores, crea un mayor interés hacía cada nuevo posible proyecto. Es el caso de su nueva propuesta, Under the Skin. Más aún si para la ocasión ha contado con la espectacular Scarlett Johansson en el morboso personaje principal. ¿Qué es en realidad Under the Skin? ¿Un thriller? ¿Un drama? ¿Una de terror? ¿Un experimento? ¿No es nada de nada? ¿Es un poco de todo? Los que recientemente pudieron verla en el Festival de Cine de Venecia, o al menos una mayoría de ellos, han respondido con abucheos y pitidos. Algo similar a lo ocurrido recientemente con la polémica Only God Forgives del no menos amado y odiado Nicolas Vinding Renf. No obstante, Glazer y Johansson defendieron a muerte su película frente al cabreado público.

Johansson interpreta a una alienígena que se traslada a la tierra, camuflada de manera perfecta como una mujer de bandera. La protagonista recorrerá distintos lugares buscando presas humanas, utilizando para ello su sexualidad voraz. Ella es mortífera y tremendamente eficiente, hasta que comienza a darse cuenta de la complejidad de la vida en la tierra. Una vez los sentimientos humanos comienzan a aflorar en ella, la alienígena se pondrá en contra de su propia especie. Contando con todos los puntos de vista, la película mostrará de manera única nuestro mundo a través de los ojos de una alien.

Tú eres el siguiente

Animal Collective

Tú eres el siguiente

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4.5/5

Tú eres el siguiente

Basta darse una vuelta por su cuenta de Tumblr y Twitter para confirmar que Adam Wingard es un tipo muy atraído por el fetichismo. Mujeres desnudas, calcetines hasta las rodillas y luces brillantes de fiestas navideñas son sus mayores objetos de deleite, todas con notable presencia en su filmografía desde los primeros cortos. Ya en aquellos resulta interesante el gusto del cineasta por experimentar con la imagen y la narrativa. La trilogía de cortometrajes “Forget My Meds” formada por: Laura Panic, Cerebella y Her Name is Laura Panic es un buen ejemplo de ello, tres piezas interconectadas a través del retrato de mujeres mentalmente inestables que fantasean en un plano de existencia surrealista (una de ellas cree firmemente que su novio es un extraterrestre, otra sufre insomnio y la restante vive asediando a un hombre que ni siquiera conoce). Los tres títulos - junto a otro de sus primeros cortos, 1000 Year Sleep , comparten ecos de enfermedad, paranoia, violencia y un uso introspectivo de la voz en off que se repetirá después en dos de sus largos, Pop Skull y A Horrible Way to Die, extensiones más profundas y ampliadas de ese carácter oscuro, enfermo y perturbado.

Curiosamente, Pop Skull, un viaje terrorífico y paranoico por una mente depresiva en el que Wingard juega con filtros de imagen y sonido en un montaje alucinatorio (algunos críticos han apuntado la influencia de Lynch o Gaspar Noé en sus trabajos); y A Horrible Way to Die, un thriller-drama intimista alrededor de la figura de un serial killer en la línea formal de la anterior pero sin la sobredosis de LSD de aquella y con un uso de cámara temblorosa acorde con la psicología de la protagonista, están escritas por dos de las personas que más han contribuido al trabajo del realizador: E.L. Katz y Simon Barret. Y digo curiosamente porque pese a ser dos guionistas distintos, coinciden en dos libretos con muchos puntos en común que, a su vez, difieren por completo tanto del primer largo del director, una más cachonda y gamberra Homesick (escrita por Katz), un aparente trabajo más amateur con interpretaciones deplorables a excepción de los dos invitados de lujo, Bill Moseley y Tom Towles, que guarda sin embargo un brillante despliegue de gore artesanal; y Autoerotic, escrita por el mismo Wingard codo a codo con su amigo y compañero de reparto Joe Swanberg, una mirada exageradamente irónica y (nuevamente) fetichista a las dinámicas del (auto) placer sexual. Ese tono más cómico presente en Homesick o Autoerotic encuentra su máximo esplendor tanto en la definitiva You’re Next como en la pieza incluida en la antología del terror de The ABCs of Death, que para mí resume a la perfección el estilo del binomio Wingard-Barret con guiños al fetichismo cinematográfico de Wingard y la mejor versión del absurdo sentido del humor irónico y sarcástico de Barret (su Twitter es una máquina constante de cinismo). Otro caso a parte es el del proyecto conjunto de V/H/S, lo más cerca que ha estado Wingard del horror puro y el trabajo más directo a los fans hardcores del género.

Lo mejor: Que he logrado escribir esta reseña sin nombrar The Strangers, Funny Games o Solo en casa.

Lo peor: La nula capacidad para actuar de Ti West.