La cueva
Coged aire...
- Título original: La cueva
- Nacionalidad: España | Año: 2014
- Director: Alfredo Montero
- Guión: Javier Gullón, Alfredo Montero
- Intérpretes: Marcos Ortiz, Marta Castellote, Jorge Páez
- Argumento: Un grupo de amigos viaja a una isla paradisíaca en plan mochilero. Allí encuentran una cueva y deciden explorarla juntos pero se pierden entre sus túneles y la supervivencia se vuelve cada vez más difícil.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 3.5/5
Lo que hace Alfredo Montero en La cueva es un logro en el muestrario cinematográfico español que no puede ni debe pasar desapercibido. Lo es porque nace de la escasez de medios y aún así es capaz de sobrevivir a un incómodo rodaje, sometido a las duras condiciones de una localización limitada y prácticamente intransitable, e incluso amoldarse a un remontaje que solo conserva unos 40 minutos del metraje original tras su paso por el Festival de Sitges en 2012, donde llamó la atención de Morena Films, que accedió a producir la película a cambio de realizar varios ajustes. Con el equipo en marcha rodando nuevo material para su segundo montaje, La cueva se presentó de nuevo a festivales llevándose galardones en Málaga y Nocturna, propiciando un posterior – aunque discreto – estreno en salas.
El director y guionista (entre muchas otras funciones que equipara en la película) llevó a su sufrido elenco al extremo para rodar un material que se antojara lo más realista posible. “Primero fue la cueva y luego el guión”, palabras que Montero repite en varias entrevistas y que fortalecen la relevancia de un espacio natural que no solo es testigo de su historia, es el epicentro de una idea valiente y su correspondiente arriesgada puesta en escena. Probablemente el resultado no habría sido el mismo de no ser por ese desgaste físico y emocional que sufrieron los actores (y el realizador) durante el rodaje, traducido en inevitables magulladuras, golpes y heridas al interactuar con un espacio tan estrecho como la gruta. Y es precisamente esa agonía que circula entre actor-personaje con la misma fluidez que lo hace entre punto de vista-espectador, lo que convierte a La cueva en una experiencia intensa como pocas se han visto últimamente en el reciente cine español.
Lo mejor: Lo arriesgado de la puesta en escena.
Lo peor: El epílogo.