La Casa Fantasma
Fantaxploitation
- Título original: Ghosthouse
- Nacionalidad: Italia | Año: 1988
- Director: Umberto Lenzi
- Guión: Sheila Goldberg, Umberto Lenzi
- Intérpretes: Lara Wendel, Greg Scott, Mary Sellers
- Argumento: Unos jóvenes llegan a una casa donde hace veinte años se produjo un crimen horrible.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 2.5/5
”La Casa Fantasma” es la primera reseña de una serie de entregas donde repasaré uno de mis subgéneros favoritos: el de las casas encantadas. Por supuesto el criterio de selección de este especial pertenece al terreno personal y se ajusta a aquellas cintas que considero son señeras de las diferentes interpretaciones, dentro del cine, de la historias de casas malditas. En este caso, “Ghosthouse” representa el lado más casposo y frívolo del asunto. En la próxima entrega viajaremos algunas décadas más al pasado junto a Vincent Price.
En una casa victoriana se produce un horrible crimen donde son asesinados una pareja y su joven hija, años después la casa sigue vacía a causa de los fenómenos que se suceden en la misma. Pero una petición de auxilio por radio, recogida por Paul y su novia, llevará a estos a la misma casa fantasma, donde se encontrarán con otros jóvenes, que pasaban por allí (ejem). Todo ellos deberán enfrentar el misterio tras el espantaso payaso de juguete que fuese detonante de la violenta muerte de los antiguos inquilinos.
“Ghosthouse” sería el resultado de un empacho de “Amityvilles”, “Poltergeists” y “Posesiones Infernales”, en sesión continua junto a un buffet de pasta, sufrido por los delicados estómagos de dos luminarias de la explotación cinematográfica: Joe D’Amato y Umberto Lenzi. Semejante hartón de casas encantadas provocaría unos efectos diarreicos en la mente de nuestros intrépidos italianos capaz de acabar con todo el suministro de desatascador del planeta. Para los que no estén sobre la materia, los dos interfectos son las cabezas más visibles de lo que se dio por llamar durante los ochentas como “italoexploitation”, dícese de copias baratas con boloñesa de cualquier éxito que produjese Hollywood, con una especial obsesión por el terror, la ciencia ficción y la acción (géneros de fácil consumo en videoclub, objetivo concreto de estos expoliadores). Una vez realizadas las presentaciones señalar que la calidad de estas burdas copias siempre dejaba bastante que desear, sus atropellados rodajes tienen que verse reflejados en pantalla por narices, pero también es cierto que cuentan con un saborcillo especial que ha encandilado, entre ellos me cuento, a infinidad de aficionados. Quizás su poder de atracción radique en eso de ser tan malas que resultan divertidas o, y esta es mi opinión, esa extraña cualidad onírica, apoyada por la mala edición y la incapacidad narrativa, que acerca este cine a las pesadillas debido a su desbarajuste y pérdida de control característico.
Lo mejor: Por el lado cómico, las decisiones de los protagonistas así como el muñeco.
Lo peor: La tremenda confusión para exponer un guión más simple que una galleta.