venganza

As bestas

Pueblo pequeño, infierno grande

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The Demolisher

La venganza se sirve lo más bestia posible.

The Demolisher

Venganza. Todos la llevamos en la sangre, la llevemos a cabo o no. A veces, psicológica. A veces, física. A veces, ambas. En The Demolisher no se andan por las ramas: prefieren la opción de venganza física. Tanto, que tiene una pinta brutal, en todos los sentidos. Y es que este thriller producido en Canadá, coquetea con el terror y promete escenas salvajes en las que un justiciero urbano no preguntará primero. Se trata de un tipo normal, que harto de las injusticias que se producen en la sociedad, decide ponerse una armadura e ir él mismo a por los malos. Claro que, lo que le hace explotar es la agresión que sufre su mujer, policía que termina postrada en una silla de ruedas. Algo así como un cruce entre Un día de furia y Rampage.

No hay fecha de estreno aún. No obstante, está claro que es una película para circuitos limitados y que, salvo sorpresa en algún festival, no la veremos en sala de cine por aquí. Sobre los involucrados, poco conocidos, destacar que el director y guionista responde al nombre de Gabriel Carrer, al que debemos la dura In the House of Flies.

Time to Kill

Sara, dulce Sara

Time to Kill

Sara es una hermosa rubia que luce unos espectaculares tatuajes en su piel. Aquejada de una extraña enfermedad, Sara recibe la noticia de que tan solo le queda 24 horas de vida. ¿A qué dedicará Sara su último día sobre la Tierra? Pues a torturar y matar a todos aquellos que le han hecho daño. La venganza está servida. Para Sara no hay tiempo que perder, tan sólo hay… Tiempo para matar (Time to Kill).

Una sinopsis contundente para un nuevo grindhouse-revival de la mano del director, guionista y productor Brian Williams. Supongo que a estas alturas a nadie se le escapa que esta moda, supongo que pasajera, de revisitar las formas raídas y gastadas de los viejos exploits setenteros en ocasiones no es más que un subterfugio para intentar justificar, camuflar o adornar la escasez de medios - principalmente de pasta. Pero también está sobradamente probado que la carencia de medios no está reñida con el talento, y el grindhouse-revival, que tuvo su orígen en aquel doble programa de la mano de Tarantino y Rodríguez, también nos ha ofrecido deliciosas películas en los últimos años (películas que me niego a mencionar por temor a hacerme muy, pero que muy pesado). De manera que un servidor sigue recibiendo, como agua de mayo, propuestas como las de Time to Kill, un exploit revenge en toda regla, en cuyo tráiler (y póster, que podréis ver a continuación) abundan las tetas, los culos, los tatuajes, el gore…, y más tetas, y más culos y baños de sangre (en el sentido más literal de la expresión). Yo me apunto, sin pensármelo, a esta escalada de violencia y sexo sin sentido cogidito de la mano de la dulce Sara. A continuación el póster, algunas imágenes y el póster de Time to Kill.

Frío en Julio

Hombres duros al ataque

Frío en Julio

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Frío en Julio

En almas oscuras nos declaramos firmes admiradores de Jim Mickle. Este director, con cuatro títulos ya a su espalda, sabe interesar con sus historias y hace gala de una forma de rodar clásica, alejada de estridencias, digna de aplauso y cargada de homenajes a los grandes predecesores del cine de género; a lo largo de su filmografía ha ido atenuando los elementos fantásticos de sus tramas en favor de las construcciones de personajes y de los elementos dramáticos y en favor también de la tensión por encima del terror. En Cold in July, como una evolución lógica, se termina de alejar del fantástico para adentrarse por completo en el cine policíaco y de acción. Y aunque la cinta, en su resultado, es inferior a su anterior trabajo, la sensacional We are what we are, podemos concluir que se trata de su obra más comercial y asequible a todo tipo de público… y no olvidemos que esto es una industria y lo que se procura es, principalmente, entretener.

Richard (Michael C. Hall) es un individuo que vive tranquilo con su familia en su confortable hogar de clase media americana rural hasta que, una noche, ha de hacer frente a un asaltante nocturno… entonces todo cambia… el ataque termina con la muerte del delincuente y desencadena los deseos de justicia (venganza) del padre del finado (Sam Shepard) que comienza a asediar a la familia. Una serie de misteriosos giros de la historia terminará por llevarlos, juntos, a una singular y peligrosa aventura.

Lo mejor: Don Johnson en estado de gracia y una historia que cambia cada dos por tres.

Lo peor: Falta de credibilidad en su último tramo.


The Dooms Chapel Horror

Venganza de paletos

The Dooms Chapel Horror

Culpado por la muerte de su hermano mayor, el joven Kyle Cole es atormentado por los miembros de la comunidad. Una reunión secreta liderada por un hombre misterioso y peligroso llamado Jordan, establece el destino de la ciudad… pero los padres de Kyle, sucumbiendo a su dolor, deciden, en el último instante, enviar a Kyle lejos, con unos parientes lejanos. Ahora, años después, Kyle es un joven a punto de graduarse en la universidad. Acompañado de su novia Mandy y de Tanner, un joven realizador de documentales, viaja de regreso a Kaler Mills para hacer las paces con su madre y su padre, y finalmente hacer frente a los acontecimientos que le causaron tanta tristeza e ira cuando era niño. Pero sus padres no son los únicos que esperan el regreso de Kyle… Jordan, su hijo adoptivo Samuel, y la oscura y antigua creación de la venganza de Kyle, han estado esperando… y tienen hambre.

Cuento gótico de horror, monster movie (los productores de la película definen The Dooms Chapel Horror como un cruce entre Pumkinhead y Trollhunter), paletos descontrolados, nuestro viejo amigo, el grandísimo Bill Oberst Jr. (ya sabéis, el tipo con el que nunca os convendría tener una cuenta pendiente), como maestro de ceremonias… No hay absolutamente nada que me suene mal en The Dooms Chapel Horror. Incluso el tráiler que podréis ver a continuación, con esa extraña canción (he intentado averiguar quién la canta, pero no he encontrado nada. Soy un negado para estas cosas) y la potente voz de Bill acompándonos, me ha parecido prometedor.

Puñaladas traperas

10 slashers para una década

Puñaladas traperas

A raíz de la reseña de la igualmente famosa que infame “Inocentada Sangrienta”, mi compañero Manu y un servidor convenimos que nuestra afición por el slasher tenía que verse cristalizada en forma de monográfico sobre tan denostado subgénero, sin prejuicios, sin análisis sesudos que vayan en contra de la diversión descerebrada representada por iconos de la talla de Michael Myers o Leprechaun.
Ni cortos ni perezosos nos planteamos echar la mirada hacia atrás y comentar sobre un buen puñado de películas que nos hubiesen llamado la atención en los últimos diez años. Por supuesto, se trataría de un especial sesgado por nuestros gustos personales y que no pasaría de mero repaso de slashers que por una razón u otra nos habían hecho pasar un buen rato a ambos. Diez asesinos, o alguno más, con los que pasar un buen rato entre cuerpos de escándalo y montañas de vísceras. Diez asesinos que han pasado con mayor pena que gloria por nuestras pantallas desde 2004. Diez asesinos que sirven como perfecta introducción al género desde su perspectiva moderna, que desgraciadamente se ve demasiado sesgada por un pasado, los setenta y los ochenta, de peso y calidad difíciles de recuperar.

Dadas estas directrices ya os podemos anunciar que no hemos redactado una especie de top ni hemos tenido la intención de abarcar lo mejor del subgénero. Por ejemplo nos hemos dejado en el tintero cintas que a buen seguro os escandalizará su ausencia. Somos conscientes de que el remake de “Las Colinas tienen Ojos” es un peliculón, que “Scared” es una slasher exótico como pocos o de que “All the Boys Love Mandy Lane” merece una buena dosis de alabanzas, pero deseábamos sacar a la luz títulos más personales, a la par que dejar la puerta abierta a vuestras propuestas y recomendaciones. Más peliagudo sería el tema de lo que mi estimado compañero y el que suscribe consideramos un “slasher”; precisamente la lista de marras vendría a definir de forma muy clara nuestra visión, que vuelvo a insistir tiene un interesante y divertido tufillo a serie b, el sesgo que en realidad ha sido el abono para el verdadero slasher.

Así pues, aquí van The hills run red, Rest Stop, Dark Ride, Black Christmas y Home Sick – seleccionadas por el gran Manu –; y Behind The Mask, Hack!, Stitches, El Aprendiz de Satanás y The Orphan Killer – mi selección personal –.

Esperamos poder compartir impresiones e incluso descubrir alguna joya oculta gracias a vuestros comentarios y opiniones. ¡Os esperamos!

Billy Club

El slasher nunca pierde tirón

Billy Club

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2/5

Billy Club

Como anuncia el subtítulo de esta reseña, siempre ha habido y habrá directores que decidan darle una oportunidad a un género como es el slasher. El tiro puede salir por la culata, y no sólo porque en él está todo inventado, sino porque siempre ha trabajado con unos esquemas muy limitados, en los que innovar se ve desde forzado a irreverente, o peor, traidor. Con todo, es posible facturar un buen título, y todos sabemos que no hace falta ser original para hacer una buena película, siguiendo tan recurrente adagio en el mundo del celuloide.

Me hubiera gustado ensalzar Billy Club, ponderando su cinematografía, originalidad y estilo, pero me temo que serán pocas las cosas de las que podré hablar bien. Además, aunque me cueste, intentaré no ser injusto y cebarme con factores claramente ligados a lo limitado del presupuesto, como el elenco actoral o la fotografía. Es obvio que los fondos no daban para fichar a Anthony Hopkins o para agenciarse un equipo luminotécnico espectacular, pero sí hay aspectos que se podrían haber mejorado para redondear un producto más presentable.

Lo cierto es que Billy Club comienza bien y va desinflándose irremediablemente, aunque en la parte final remonta levemente el vuelo. En sus primeros quince minutos se pone toda la carne en el asador, y se inquieta al espectador – en el buen sentido – con planos muy cercanos de maquinaria y objetos, explicitando la metódica labor de un asesino muy concienzudo, en la línea de Maniac o El asesino de la caja de herramientas. La narrativa también es heterodoxa pero acertada, con flashbacks bien insertados, que desmenuzan todo para que quede claro desde el principio qué clase de película se va a ver. Los crímenes, bastante gráficos, no tardan en aparecer, y el asesino posee cierto carisma, vestido de cátcher de baseball y pertrechado con los habituales útiles, en su versión más descerebrada.

Lo mejor: El tramo inical, con su estiloso modo de presentar los hechos

Lo peor: Ritmo tedioso y deslabazado. Intentos de humor fallidos