Estos años de pandemia han dado ideas al cine, como era de esperar. No es que antes no hubiera películas relacionadas con virus, pandemias y otras catástrofes, pero sí que han sido convenientemente actualizados y asimilados al contexto actual en algunos casos. El discurso de The Sadness es muy obvio. Además, como muestra de rabia contenida durante todo este tiempo, de ganas de salir, de liberar, por qué no, el lado oscuro, su director y guionista, Rob Jabbaz, ha cogido un poco de The Crazies, la de Romero de 1973 y sobre todo, el remake de 2010, otro poco de Rabia, la de Cronemberg de 1977, y no creo ni que sepa que existe el remake de 2019, y lo adereza con todo el cine de zombies/infectados del siglo XXI. Pero ojo, que aquí los infectados de turno no tienen especial interés en comer, alimentarse, morder, que es lo habitual en el subgénero, ya sean zombies, infectados, lentos o rapidos. No, aquí tienen otra motivación: violar, torturar, vejar. Y esto, le confiere un tono malsano muy marcado.
A todo esto, ¿quién es Rob Jabbaz? Lo curioso de este tipo es que, como podéis percibir por su nombre, no es chino (o taiwanés), lugar del que procede la película. En otro caso como el del gran Gareth Evans, el inglés detrás de potentes titulos de culto de Indionesa como The Raid (2011) y The Raid 2: Berandal (2014), este canadiense ha encontrado su lugar allá, después de unos cuantos cortos e incluso trabajar en departamento de animación, ha conseguido debutar en el largo con The Sadness. Y vaya debut... The Sadness podrá gustar más o menos, conectar con su estilo y provocación o no, pero desde luego no es una opera prima común y recuerda, en parte, a los benditos comienzos de cineastas franceses con su moda del terror extremo: Bustillo y Maury con Al interior (2007), Pascal Laguier con Martyrs (2008) o Xavier Gens con Frontiere (s) (2007). Veremos cómo desarrolla su carrera en adelante, si ficha por Hollywood (nada descartable) y demás cosas que llegan con el éxito, o al menos, la visibilidad.