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Kotsutsubo

Las cenizas más baratas, amateur y peligrosas de los últimos tiempos

Kotsutsubo

Eri es una estudiante bastante discreta, siempre pasa desapercibida. En cambio la amiga de su infancia Mitsuko es la líder de la clase y se ve obligada a sufrir el acoso de su espeluznante profesor Ichida. Para proteger a su amiga Eri consigue una urna funeraria que contiene unas cenizas malditas que provocan la muerte del que se las lleve a la boca.

Hace ya un tiempo que hablé de la japonesa Life Is Dead y es que hoy en día a la mínima que nos despistamos tenemos una nueva película asiática cada cual más casposa y … ¿“extraña” es la palabra que busco? Dejémoslo en “diferente”. De todas formas tenemos que admitir que a mucha gente le pirran estas frikadas y disfrutan viéndolas (yo me incluyo, a medias, en ese grupillo). No tiene nada malo, de hecho la mayoría de las veces lo único malo suele ser la película en sí. Kotsutsubo se une al grupo de las frikadas absolutas y plantea un argumento que no aporta casi nada nuevo. Es extraño el hecho de que unas cenizas provoquen la muerte del que las ingiera, pero no deja de ser un detalle absurdo para poder golpearnos con otra “maravilla asiática” más.

Life Is Dead

Me tiré a una anoche y me he despertado zombie

Life Is Dead

¿Apocalípsis? No… pero se puede decir que el planeta se encuentra infestado de zombies. Estos, al parecer pueden contagiar a las personas tanto mordiendo (como lo conocíamos hasta ahora) como por transmisión sexual. Los propios zombies han sido divididos en “niveles de peligrosidad” por el gobierno. Todos los zombies por encima del nivel 3 tendrán que llevar un collar para poder controlarlos. Yukio, el protagonista de esta historia, es de nivel 3 y tendrá que enfrentarse a sus consecuencias.

Buraddo (Blood)

El placer más antiguo...

Buraddo (Blood)

Samuráis en la época actual, vampiresas sexys hasta la muerte (nunca mejor dicho), sangre, acción, afiladas katanas, cables… toda una mezcolanza que se da cita en Buraddo, Blood (pero no confundir con el famoso animé y su live-action). De Ten Shimoyama, director de la exageradamente épica Shinobi, una nueva producción japonesa que busca hacer hincapié en todo el erotismo implícito del mundo vampírico (sin embargo aquí no tenemos chupasangres post-adolescentes con una grave adicción a la purpurina). A punto de ser editada en formato doméstico, allí por la tierra del tío Sam, de momento ha sido estrenada en pantalla grande sin gran beneplácito por parte de la crítica. Bien, después de ojear las capturas, trailer y demás, uno no está plenamente convencido de que la mezcla de artes marciales, sensualidad y horror esté muy equilibrada, pero es innegable que su protagonista femenina (Aya Sugimoto) tiene algo; y no os hablo de ese par de colmillos que luce con tanto desparpajo… esto es una mujer, señores!! Y con tremendo arrebato patético, la sinopsis y el trailer os dejo hasta la próxima noche en que una vampiresa envuelta en vaporosa gasa tenga a bien acercarse hasta los pies de mi cama…

Higanjima

Terror en la isla de los monstruos

Higanjima

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Higanjima

Higanjima es la adaptación cinematográfica de un popular manga homónimo cuyo autor es el japonés Kôji Matsumoto.
Vaya por delante que desconozco el cómic al cual acabo de hacer referencia, así que me limitaré a dar mi opinión acerca de si Higanjima me ha parecido una buena o mala película, dejando de lado su grado de fidelidad a la fuente original.

Higanjima, coproducción japonesa y coreana dirigida por el coreano Tae-gyun Kim, cuenta la historia de Akira, un joven con tendencia a meterse en problemas que un buen día recibe la visita de una misteriosa mujer informándole de que su hermano mayor, al que creía muerto, sobrevive en una remota isla haciendo frente a un opresor ejército de vampiros.
Decidido a recuperar a su hermano, Akira reúne a sus mejores amigos y juntos emprenden un largo viaje hacia la isla maldita de Higanjima.

Lo mejor: La vistosidad de la acción, la puesta en escena y los efectos especiales.

Lo peor: Su excesiva duración va en decrimento del interés de la historia.


RoboGeisha

Vivo ó muerto usted se lo montará conmigo

RoboGeisha

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RoboGeisha

A vueltas, nos encontramos una vez más, con otra muestra del splatter japonés de nueva generación: RoboGeisha, de la mano del incansable Noboru Iguchi. Lejos estamos de los pasos balbuceantes que daban los habitantes de las islas, a mediados de los ochenta, con la infame saga Guinea Pig. A estas alturas de la película, y más de veinte años después, las cosas ya no son iguales en el país del sol naciente. Su cultura milenaria, su serena forma de ver la vida está profusamente infectada por occidente. Las fronteras se difuminan en las regiones civilizadas y se agudizan en el tercer mundo; el trafico de cultura trash por fin es “legal” en Japón. Como resultado de ello, y particularizando en el cine gore, las películas orientales se van alejando de sus lastres pasados para convertirse en obras perfectamente internacionales, con el añadido de una envidiable profesionalidad en todas las facetas de estas producciones.

En esta ocasión quiero hacer hincapié en las dos ramas de la evolución de esta cultura gore, nacidas al amparo de la citada saga y de otras obras de culto como Tokio Snuff ó incluso Tetsuo de Shinya Tsukamoto.
Realmente no creo que en el séptimo arte sea fácil clasificar una producción dentro de un marco cerrado, dado que cada cinta contiene su propia idiosincrasia. Más si cabe cuando estamos hablando de algo tan poco definido como el cine gore; “¿películas donde debemos ver mucha sangre?” Una definición patética sabiendo que cada película es de su padre y de su madre. Sin embargo, para entender mejor (si es que hay algo que entender en tamaña comedia) RoboGeisha, veo necesario hablar un poquito de las dos corrientes más visibles del cine “sangriento”, que nos llega desde el borde oriental del mundo. Además, sobre mi consumido organismo empiezo a notar los efectos de la indigestión provocada por tanto pecho ametralladora, shuriken anal y ojos rasgados. Así pues, considerando esta reseña como mi canto del cisne personal dentro del splatter japonés (al menos en lo que a realizar reseñas se refiere), no veo mejor momento para estas y otras divagaciones. Aunque insisto en que se trata de una simplificación para acercarnos a un género incomprensible y, por si fuera poco, proveniente de un país incomprensible para los occidentales.

Lo mejor: El humor, todo en RoboGeisha está al servicio del mismo. Y sorprendentemente funciona; especialmente por su gamberrísima escatología

Lo peor: Al hacer tanto hincapié en la comedia absurda, para aquel que no sea plato de su gusto, va a encontrar la cinta más odiosa de su vida. Y los clásicos momentos lacrimógenos (buf!)


Chatroom

Los peligros de Internet

Chatroom

Siendo sinceros al 100%, hay que reconocer que esta incursión de Hideo Nakata en Hollywood no da muy buena espina, como suele pasar con casi todos los directores orientales. No sé si es que no se adaptan a la mentalidad disoluta de los americanos, en contraposición con el hermetismo y concienzuda seriedad de los nipones, o que sencillamente aceptan los proyectos para forrarse y luego hacer lo que les de a ellos la gana. Pero, por lo que he leído hasta ahora las críticas se debaten entre mediocre y cojonuda (siendo esta la opinión de los fanáticos del director, entre los que me incluyo desde que vi DARK WATER en VHS, sin subtítulos, y pasé un miedo de tal nivel que casi no recordaba), pero con que este a su nivel habitual me vale.