clásico

Amenaza en la sombra

Fijarse en las señales.

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Especial H.G. Wells

Sus grandes novelas

Especial H.G. Wells

Herbert George Wells (Bromley, 1866 – Londres, 1946) es, junto con Jules Verne, uno de los padres de la ciencia ficción contemporánea. De familia humilde, la rotura de una pierna a los ocho años hizo que se aficionara a la lectura, y las dificultades económicas, unidas a la tuberculosis, le obligaron a abandonar sus trabajos precarios para dedicarse a la escritura, donde llegó a publicar más de cien obras. Su interés principal fue la fantasía científica, aunque sus experiencias de la Primera Guerra Mundial le obligaron a realizar una reflexión menos optimista que la de Jules Verne sobre el desarrollo tecnológico.
También mostró un gran interés por la Sociología y por la defensa de las clases más desfavorecidas de la sociedad frente a la hipocresía victoriana. La grandeza de su producción literaria radica en la interesante segunda lectura crítica que se desprende de cada una de sus obras.

La Profecía

Satanás a lomos de un triciclo

La Profecía

Robert Thorn recibe la noticia de que su primer hijo ha nacido muerto. Para evitar el dolor de su mujer, Katherine, acepta adoptar a otro niño nacido en la misma clínica, cuya madre ha fallecido durante el parto. Katherine, ignorante de la suplantación, se entrega con ternura al cuidado de su supuesto hijo Damien. Pero mientras el niño crece, también lo hace el terror que lo rodea. Accidentes fatales, suicidios y una violencia inexplicable parecen seguir a los Thorn adonde quiera que vayan, pero ¿por qué razón? ¿Y cómo es posible que el pequeño Damien tenga algo que ver con tan terribles sucesos? Es sólo un niño… Pero Damien Thorn no se parece a ningún otro niño. Damien lleva la marca de la bestia, y su momento se acerca.

The Haunting

Fantasmas internos y externos

The Haunting

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4.5/5

The Haunting

Una vieja casa, de ésas que algunos dicen que están encantadas. Como un país no descubierto que espera ser explorado. La casa de la colina tiene 90 años y podría sumar otros 90. El silencio pesa sobre sus maderas y sus piedras y quien ande en su interior… anda solo.

Ésta es la inquietante presentación, los primeros segundos, de una de las joyas del cine de terror de todos los tiempos. Un cuento de casa encantada que, sin recurrir a efectos especiales ni pirotecnia facilona lograba, y aún lo hace, mantener una atmosfera inquietante y tensión narrativa singulares. Una digna traducción al celuloide de la novela de Shirley Jackson, considerada por muchos como la mejor novela de fantasmas del pasado siglo. Publicada por primera vez en 1959, “The haunting of hill house” era un cuento sobrenatural que utilizaba un lenguaje directo y mezclaba la parapsicología con lo banal y superficial de manera simple; creando una atmosfera desenfadada que se veía rota, de a poco en el principio y de forma constante al final, por escalofríos.

Al igual que hiciera Henry James en Otra vuelta de tuerca (cuya versión “The innocents” espero reseñar en breve), la historia puede interpretarse desde dos ángulos: el sobrenatural, si damos por hecho que existen fantasmas, o el psicológico, si consideramos todo fruto de la sugestión de sus personajes. En cualquier caso aquí lo sobrenatural será mucho más tangible que en el texto de James.

Lo mejor: A pesar de los años sigue logrando atrapar. La primera noche de los protagonistas es aterradora.

Lo peor: El personaje de Luke llega a ser molesto en ocasiones. Que hicieran un Remake.


Freaks

La parada de los monstruos

Freaks

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

Freaks

Es curioso cómo algunas películas resisten el paso del tiempo. Más que curioso, extraño es el adjetivo adecuado para describir lo que uno siente al ver Freaks en la actualidad. Te preguntas cómo carajo se las ingeniaron para que, 80 años después, su historia, la puesta en escena o el impacto de sus interpretaciones resulten más eficaces y creíbles que mucho del cine que se hace en estos momentos. Hoy, estrenar una película como Freaks sería imposible. Si, es cierto que las pantallas están hasta arriba de tripas, desmembramientos, chorros de sangre, asesinos de todo pelaje, violaciones, degüellos, monstruos, caníbales y así podría seguir un buen rato. Sin embargo, sabes que es ficción, o al menos lo es dentro de su contexto cinematográfico, que es el que nos interesa a la hora del visionado. Aquí no existe dicho contexto. Hay un guión, pero los personajes son realmente lo que interpretan: los monstruos dejan de ser seres de otras galaxias para convertirse en seres humanos que son vistos y tratados como abominaciones. ¿Simple morbo?

En un circo lleno de seres deformes, tullidos y personas con diversas amputaciones, Hans, uno de los enanos, hereda una fortuna. A partir de ese momento, Cleopatra, una bella contorsionista, intentará seducirlo para hacerse con su dinero. Para lograr su objetivo, traza un plan contando con la complicidad de Hércules, el forzudo del circo.

Lo mejor: Su manera de agitar conciencias de forma sencilla pero inteligente, la puesta en escena de Browning y el impacto de las interpretaciones y de dos escenas: la cena y la venganza final.

Lo peor: Que viendo el panorama intelectual en el actualidad, 80 años después sigue, probablemente, adelantada a su tiempo.


Maniac

Frodo cambia de bando

Maniac

Maniac fue un popular slasher en los años 80. La película filmada por el irregular William Lustig narraba la atormentada historia de un hombre que en su infancia sufrió el maltrato por parte de su madre y de cómo eso lo llevó a la locura, haciendo de el un psicópata sanguinario que mata a sus victimas de maneras crueles y horribles.

Maniac fue una película bastante pobre y mal elaborada en su tiempo. Un film sin nada especial y un argumento trillado y no muy desarrollado. Una película irregular que sin embargo destacó y se convirtió en un film de culto por su extrema violencia y su apartado visual de casquería, sangre y tripas. Tom Savini se encargó con la sapiencia que le caracteriza en mostrar de forma visceral sus trucajes, con cortes aparatosos, amputaciones, degüellos masivos y todo tipo de descuartizamientos en primer plano. Maniac se benefició de una época que quería ser transgresora y abierta de mente, y las películas gore eran el reclamo perfecto, donde además si el censor de turno te marcaba la peli con una S aun te hacia un favor promocionando lo extremo del film. Una película que hoy en día seria un producto de lo más vulgar, y ya en su época era una mediocre película se ganó fama solo por su truculencia.