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Speak No Evil

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Der Samurai

Un Samurai raro, raro, raro...

Der Samurai

Un samurai vestido blanco acecha amenazante en el bosque, a la espera de caer sobre un pueblo inocente en las aguas estancadas lodosas del rural este de Alemania. Muchas cabezas han rodado con cada golpe de su espada. Jakob, un policía, se encuentra cada vez más impotente ante el incesante goteo de víctimas a manos del salvaje Samurai. Los dos entran en una extraña espiral de locura y Jakob se ve obligado a enfrentarse a sus propios impulsos carnales, los cuales siempre ha intentado reprimir.

Dirigida por el alemán Till Kleinert y presente en la próxima edición del Festival de Tribeca, Der Samurai parece una de esas películas ante las que nunca sabes muy bien cómo reaccionar. De hecho siempre es complicado enfrentarse a un tráiler como el de Der Samurai. Por un lado hay cosas que irremediablemente te atráen. Visualmente parece una película poderosa. La historia que cuenta tiene visos de resultar ciertamente original. Hay algo de subyugante, de intrigante en la propuesta… a pesar de no tener ni idea, una vez visto el tráler y leída la sinopsis, sobre de qué coño va el asunto. Y sin embargo, a pesar de todo ello, también tienes la sensación de que todo puede llegar a ser tan raro, tan surrealista, tan pretendidamente freak, que corre el serio riesgo de convertirse en una película inaccesible. Las primeras reseñas publicadas de Der Samurai (todas ellas, en general, muy positivas) participan, en cierta medida, de ese desconcierto, siendo incapaces de ubicarla en un género concreto: thriller psicológico, drama introspectivo, terror…

Retornados

No son zombis... pero tampoco humanos

Retornados

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Retornados

Por aquél entonces contaba yo a la sazón veintiún años y desde entonces han transcurrido casi otros tantos. ¡Jesús, cómo pasa el tiempo! El caso es que paseaba una bonita tarde estival por la una de las avenidas comerciales de mi ciudad natal cuando observé a un chico y una chica ataviados con sendas camisetas blancas con un extraño y enorme lazo carmesí estampado en las mismas, recolectando firmas entre los transeúntes. Pensé al instante que no eran más que otro par de soñadores altruistas en busca de la enésima causa perdida. Un servidor suele huir de este tipo de loables iniciativas pues considero muy hipócrita por mi parte eso de plasmar una firma para simplemente tranquilizar mi conciencia y acostarme por la noche creyendo haber realizado la buena acción del día. Porque desde aquí os digo que la tan aclamada “Iniciativa Legislativa Popular” que requiere nada menos que medio millón de firmas para presentar una Propuesta De Ley ante el Parlamento, se queda siempre en un mero acto simbólico en este país cainita llamado España donde o cortas el tráfico de una autopista quemando neumáticos y montando barricadas o no te escucha ni Dios. Y luego claro, que somos todos unos vándalos y unos “antisistema”.

Pues bien, por mucho que intenté evadirme, cometí el “error” de realizar “contacto visual” con la chica y descubrí en ella una mirada de infinita tristeza rebelde que captó de inmediato toda mi atención. Poseía además una efímera hermosura, con una belleza propia de las flores de temporada en proceso de marchita evanescencia. Me explicó que la iniciativa consistía en hacer llegar al mundo medicamentos para combatir una terrible e incurable enfermedad que ella también padecía y que estaba diezmando a la población. Tras otorgarle mi más sincero apoyo, me ocurrió lo que considero es lo más terrible y tierno que me ha sucedido nunca. Justo cuando iba a proseguir mi camino, me detuvo con una de sus delicadas manos, quizá porque vio algo en mí que sólo personas como ella eran capaces de observar, y tras dejar su carpeta en el suelo en mitad de la céntrica calle me preguntó si podía pedirme un favor. Ignorando a qué podía referirse le respondí cortesmente que no faltaba más. Y fue entonces cuando ella con un tono de voz algo temeroso me confesó: “Me gustaría poder darte un abrazo”. Tras el shock inicial, acerté a balbucear apenas un “desde luego” y os juro por lo más sagrado que en ese momento la quise, notando su frágil cuerpo contra el mío y la calidez de su aliento en mi hombro. En ese instante tan infinito que duró más que un relámpago, amé con toda mi alma a esa completa desconocida.

Lo mejor: Su atípica y cruda visión socio política del zombi como víctima y no como verdugo.

Lo peor: Que pocos sabrán degustar su aguda segunda lectura ácida y su analogía crítica sanitaria.


The Congress‏

La realidad ha muerto...

The Congress‏

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

The Congress‏

El israelí Ari Folman consiguió con su anterior cinta Walzt with Bashir algo muy difícil para el cine de animación: medirse de igual a igual con el cine real y ser considerado como un título más, quitándose el San Benito de película de dibujos (que para muchos es sinónimo de cine menor). Se trataba de un film sobresaliente que mezclaba el mundo de los recuerdos, unos bloqueados y otros inventados, con la realidad para narrar a modo documental y en primera persona un acontecimiento histórico: la masacre de Sabra y Chatila durante la guerra del Líbano. La película de Folman jugaba con distintos estilos de animación que iban desde el tradicional en 2d fotograma a fotograma al 3d, pasando por una técnica cercana a la rotoscopia con dibujos vectoriales en flash; todo ello daba como resultado un portentoso ejercicio de poesía visual que no renunciaba a la dureza , a la crítica al ejercito israelí, y a el dolor de su trasfondo humano. Waltz con Bashir se llevo más de 40 premios internacionales entre los que destacan el Cesar y el Globo de oro, ambos en la categoría de mejor película extranjera. Aunque The congress, de la que vamos a hablar largo y tendido, no ha logrado generar tanto ruido mediático ni semejante cantidad de galardones, me atrevo a decir que se trata de una cinta casi de igual calidad y de uno de los ejercicios de fantasía más libre, hipnótico y poético del cine de todos los tiempos.

The congress adapta muy libremente una obra, El congreso de futurología, del polaco Stanisław Lem (uno de los grandes maestros de la ciencia ficción). De la novela recoge la propia convención y muchas de sus ideas, pero las traslada a una trama alternativa sin el protagonista del libro, el astronauta Ijon Tichy, que era una suerte de Gulliver futurista en exploración de otros mundos. Las obras de Lem están cargadas de crítica social, también hablan sobre el control de la población mediante sustancias o tecnologías, sobre la memoria, la creación de nuevas realidades o mundos alternativos y principalmente sobre las dificultades de comunicación entre especies o culturas; así en su obra “Solaris”, considerada para muchos su obra cumbre, un astronauta revivía un marchito romance gracias a la capacidad del planeta que estudia de hacer corpóreos los recuerdos. Y en novelas como “Fiasco” o “La voz de su amo” descubríamos las vicisitudes para lograr el entendimiento entre distintas inteligencias estelares.

Lo mejor: Una primera parte sensacional. Grandes actuaciones y brillantes líneas de diálogo.

Lo peor: Su tramo animado termina por ser muy confuso y pese a lo vistoso es inferior a su comienzo y su conclusión.


Crave

Soñar despierto...

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Crave

¿Recordáis Dumbo? El pobre elefante estaba cargado de potencial para volar con esas enormes orejas… solo que estaba bloqueado por sus complejos y no encontraba la forma de despegar, tanto física como mentalmente. Su socio, Timoteo, le da una pluma y le convence de que es mágica, logrando, con su pequeña mentira, que nuestro amigo supere sus barreras y salga victorioso del pozo de mierda que el resto del circo le tiene preparado a él y a su sufrida madre… Desgraciadamente el mundo real no es así: los elefantes no vuelan y los objetos especiales, de existir, lo que sacan es nuestro lado más oscuro y prepotente. El pozo de mierda está allí y si te encuentras dentro, amigo, vete preparando la boca porque vas a tragar mucha, muchísima, antes de poder salir de él… y eso si sales alguna vez. Crave escenifica de forma brillante este concepto.

El actor Josh Lawson interpreta, muy bien por cierto, a Aiden: un tipo gris que malvive como fotógrafo de sucesos freelance al que la visión de tantos cadáveres e injusticias le está empezando a afectar anímicamente en exceso. La única vía de escape que le queda a Aiden es su imaginación, lo había intentado con el alcohol pero la cosa no funcionaba bien. Ahora una voz interior se encarga de proporcionarle una realidad paralela que amortigüe el desierto existencial en el que transcurre su realidad.

Pero Aiden está llamado, o eso cree él, a ser algo grande: un héroe o un gran descubridor, y no es capaz de asimilar que las limitaciones que siente vienen, en gran medida, de él mismo y no de su entorno. En sus sueños salva a la ciudad de los maleantes o se codea con Bill Gates… Como la pluma de “Dumbo” , la adquisición de una pistola (robada por nuestro protagonista en la escena de un crimen) y el comienzo de una relación sentimental con su vecina (también muy acertada la interpretación de Emma Lung) transmiten a Aiden la fuerza y la seguridad para llevar su vida un paso más allá… pero como indicaba al comienzo de esta reseña, no es una película de Disney y si sueñas que puedes volar con demasiada fuerza lo más seguro es que termines conociendo la dureza del suelo.

Lo mejor: Brillantes actuaciones y una excelente factura visual la hacen un entretenimiento excelente. El martillazo en la cabeza es brutal...

Lo peor: No se atreve a alejarse de la corrección del cine de género y al final se queda más en buenas intenciones que en aciertos rotundos.


Open Grave

¿Quiénes somos?¿De dónde venimos?

Open Grave

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Open Grave

El recurso de la amnesia ha dado mucho, muchísimo, de qué hablar a la hora de narrar historias. Ha sido durante años la coartada más manida para desarrollar tramas en los videojuegos. En el cine ha tocado todos los géneros: desde la acción de Bourne a la comedia de Colega ¿dónde está mi coche? o Resacón en las vegas, el drama en Anastasia o París Texas… la lista es interminable. Pero si hay un género en el que esto de la falta de recuerdos ha hecho estragos es sin duda en el suspense y el terror: Desde el bloqueo de la protagonista de La escalera de caracol a Marnie la ladrona o “Recuerda ambas de Hitchcock, en referencia a títulos clásicos, a La noche de los cristales rotos, Memento, Mentes en blanco, Saw o Pamdorum en títulos más actuales a los que se suma, como ya podéis imaginaros, la que hoy nos ocupa.

John (Sharlto Copley) despierta en plena noche en el interior de una piscina que, plagada de cadáveres en descomposición, hace las veces de enorme fosa común. John no recuerda quién es ni ninguna otra cosa de su vida anterior a ese momento. Cuando se refugia en una casa cercana descubre un grupo de personas que como él acaban de despertar de un trance sin recordar absolutamente nada. Entre recelos y misterios el grupo comienza a explorar los dominios de la casa, que se encuentra en medio de ninguna parte, y a descubrir que están rodeados de individuos afectados por una extraña locura.

Lo mejor: Buenas actuaciones y buena factura.

Lo peor: Guarda sus secretos hasta casi la conclusión y al llegar a los mismos se ha perdido el interés.


Dark Circles

Ojeras

Dark Circles

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

Dark Circles

Alex y Penny acaban de ser padres. ¿En serio? Y como quieren criar a su retoño en un ambiente de pureza y meditación trascendental se mudan a una casa en el campo ¿En serio? Por desgracia, cuando llegan allí se encuentran con que algo extraño les amenaza. ¿En serio? Bueno, tan en serio no.

Resulta sorprendente que, teniendo como responsable principal del proyecto a Paul Soter, Dark Circles se alce como la mejor propuesta de lo que va del After Dark 2014 (que no es decir mucho). ¿Por qué? Bien, Paul Soter, siendo esta cinta su segundo largometraje como director y guionista en solitario, es más conocido como miembro de la troupe norteamericana “Broken Lizard”: un grupo de comediantes televisivos – al más puro estilo Monty Python pero sin el estilo y el surrealismo de sus contrapartidas británicas – que ha probado fortuna en esto del séptimo arte con bastante éxito. Entre los títulos de estos chalados encontramos Los Supermaderos, La Fiesta de la Cerveza y, una gran comedia moderna con remotos toques de terror, Club Desmadre. Por ello que, siendo Soter un artista dedicado por y para la comedia, choque ver una producción de terror totalmente funcional saliendo de sus manos.

Lo mejor: La actuación de sus protagonistas, Johnathon Schaech y Pell James, sustenta la credibilidad de sus personajes: simples pero perfectamente definidos.

Lo peor: El lado más terrorífico resulta predecible en cierta manera y la ambientación recurre a los puntos en común tan de moda en los últimos cinco años, por lo que produce cierta sensación de hastio.