Reposo absoluto
No te muevas, pase lo que pase...

Tras años luchando por formar una familia, Julie Rivers está embarazada de nuevo y se muda a una nueva casa con su marido. Al recibir la orden del médico de guardar reposo absoluto, Julie comienza a sufrir unas aterradoras experiencias fantasmales que despertarán sus demonios del pasado y le harán preguntarse si su casa está embrujada o está todo en su cabeza. Atrapada y obligada a enfrentarse a su pasado y a lo sobrenatural Julie tendrá que luchar por protegerse a sí misma y a su bebé a punto de nacer.
Vamos, que ya ni embarazada te dejan tranquila los espíritus. Eso debe pasarla por la cabeza a la protagonista de esta propuesta de terror que juega la baza de los espacios reducidos y situaciones limite para agobiar al espectador y, de paso, darle unos cuantos sustos con subida de volumen. Y la protagonista del invento no es otra que Melissa Barrera, de moda en el género por protagonizar las dos últimas entregas de la saga Scream. No por casualidad los productores de éstas también lo son de la que nos ocupa. Tras las cámaras se sitúa Lori Evans Taylor, que se estrena en dicha labor, aunque su carrera en el cine comenzó como actriz muy jovencita, en series como Misterios sin resolver y The District, ambas de 2002.