Has filtrado por autor: Carlos Cubo

No tengas miedo a la oscuridad

Mejor ten miedo del remake

No tengas miedo a la oscuridad

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No tengas miedo a la oscuridad

Guillermo del Toro es uno de esos tipos cuyo nombre, aunque él sólo aparezca por el rodaje para tomarse unas copas, termina colocándose en el cartel más alto y más grande que el de cualquier otro miembro del equipo. Particularmente nunca he caído en la sobrevaloración que hacen muchos hacía su trabajo. No cabe duda que películas como Cronos (1993), El espinazo del diablo (2001) o El laberinto del fauno (2006) poseen fuerza en su puesta en escena o que la dirección de actores es notable. No hay duda de la inventiva visual, ni tampoco de que el artífice de todo esto es un fan entregado al cine fantástico que ha conseguido hacer realidad su sueño: ganar mucho dinero con su más amada afición. Pero también afirmaré que ninguna de esas tres ni el resto de su filmografía hasta el momento me ha producido excesivo interés más allá de sus logros técnicos o valor freak, geek o como queráis llamarlo. No son películas que susciten mi interés para segundos visionados. ¿Y por qué hablo tanto de Del Toro cuando el director de No tengas miedo a la oscuridad es Troy Nixey? Pues porque es una de esas ocasiones en las que le dio por pasar a tomar unas copas.

También hay telefilms buenos

Lo mejor: : La factura es impecable.

Lo peor: Cambia el miedo y la sugestión que producía el original por la explicitud digital. Katie Holmes no sabe muy bien donde está, y en caso de saberlo, lo único que hace es poner caras mientras espera a cobrar el cheque.


Henry, retrato de un asesino

Testigos del terror real

Henry, retrato de un asesino

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Henry, retrato de un asesino

En los ochenta, el cine ya nos había dado a conocer a muchos asesinos en serie. Sobre todo a raíz del sorprendente éxito de La matanza de Texas (1973) y La noche de Halloween (1978), así como todos sus alumnos posteriores, con Viernes 13 (1980) y Pesadilla en Elm Street (1984) a la cabeza, se trató de una etapa del celuloide en la que los cuchillos de tamaño gigantesco o las moto sierras vestidas de sangre campaban a sus anchas. Pero ninguna de ellas hablaba del asesino común; del tipo corriente que te encuentras por la calle, en el trabajo, con el que charlas en el bar. Lo que estaba de moda eran los matarifes sobrehumanos, los superhombres de increíble estatura y/o rostros monstruosos. Aquellos locos a los que, por mucha caña que les dieran, en el último minuto regresaban para dar el susto o despejar el camino para otra secuela. En dichas décadas y en anteriores hubo excepciones, claro, pero quizá fue Henry, retrato de un asesino la que encaró, de una vez por todas, el horror de lo cotidiano a través de los ojos de un psicópata tal cual, sin edulcorantes ni colorantes.

Henry, enemigo de la censura

Lo mejor: La puesta en escena directa y al grano de John McNaughton, que nos hace testigos en primera persona de lo que sucede y la perfecta encarnación del psicópata por Michael Rooker.

Lo peor: Que alguien pretenda verla como otro exploit con psycho-killer, o que el aluvión de cine violento e híper-realista de los últimos años haga pensar que ha quedado desfasada.


La Matanza de Texas 2

El sano olor de la diversión putrefacta e… ¿infravalorada?

La Matanza de Texas 2

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  • Título original: The Texas Chainsaw Massacre 2
  • Nacionalidad: USA | Año: 1986
  • Director: Tobe Hopper
  • Guión: Kim Henkel, Tobe Hooper
  • Intérpretes: Dennis Hopper, Caroline Williams, Jim Siedow
  • Argumento: Trece años después, la familia psicópata de Texas por excelencia vuelve a lo que mejor sabe hacer. Pero esta vez tendrán un duro obstáculo: el tío de una de sus antiguas victimas en busca de venganza.


La Matanza de Texas 2

“Tiene mucha sangre y destripamientos, sin duda alguna, pero no tiene el terror de la original, ni el deseo de ser tomada en serio. Es un espectáculo de chiflados” – Roger Ebert (Chicago-Sun-Times).

“No importa la forma en la que Chainsaw 2 fue montada, seguirá siendo sólo otra película de explotación para fanáticos que disfrutan viendo cuchillas cortando carne y las entrañas saliendo” – Walter Goodman (The New York Times).

Lo mejor: Poder verla sin prejuicios y disfrutar como un enano con el magnífico gore de Tom Savini, la atmosfera sucia y ese icónico vengador interpretado por un Dennis Hopper pasado de rosca.

Lo peor: Que si entramos en comparaciones con la primera y estamos puristas, nos puede producir diarrea.


House of the Dead

La peli-birra de la década pasada

House of the Dead

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House of the Dead

La puntuación asignada a House of the Dead responde en un 20% a una valoración objetiva y un 80% a una valoración casposa.

Uwe Boll es un personaje curioso. Calificado por muchos como “el peor director de la historia”, el tipo se las ha arreglado para meterse en la industria del cine estadounidense fabricando churros. Ojo, no son churros cualesquiera. Al menos al principio, Boll estrenaba en el cine sus películas. Nada de pelis para cubrir huecos sobrantes en las estanterías polvorientas de un videoclub. No señor. Nuestro amigo alemán tenía ínfulas de acaparar la gran pantalla y manejarse con presupuestos, no holgados pero sí decentes y muy por encima de lo que su talento le debería permitir disponer. Sin embargo debe haber algún negocio turbio (¿blanqueo de dinero?), algún motivo personal (¿enchufes?) para que pueda llevar sus hazañas a cabo sin que le rechisten. O quizá, simplemente, el amigo Boll está podrido de dinero y quería gastárselo en esto de hacer películas. En otro momento puede que le dediquemos a este personaje el artículo que se merece, pero hoy me centraré en su obra cumbre: House of the Dead.

Lo mejor: Vista en las condiciones apropiadas supone noventa minutos de disfrute casposo sin precedentes.

Lo peor: Vista sin dichas condiciones, supone un daño cerebral sin retroceso. Y vista con las condiciones apropiadas puede que también.


Paranormal Activity 3

La cuerda se rompió

Paranormal Activity 3

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Paranormal Activity 3

La cuerda, de tensarla, puede terminar rompiéndose. Pese a que los espectadores de todo el mundo le han regalado 205 millones de dólares con sus tickets, superando los 193 y 177 millones de la primera y la segunda, la formula se está agotando a marchas forzadas. Igual que sucedió con la franquicia a la que arrebató el liderazgo en Halloween, la de Saw, sus responsables, en lugar de intentar crear una saga de éxito apoyada en innovaciones y/o sorpresas y mejoras a nivel artístico o de puesta en escena (que si, aunque se trate de un falso documental existe una puesta en escena) se han decantado por el negocio del saca-cuartos a entrega por año; rodajes rápidos con guiones prácticamente nulos donde (casi) no hay nuevas ideas ni intención de impactar al espectador de forma inteligente, sino de asustarle con puertas que se cierran más fuerte, objetos que caen al suelo más rápido y sabanas que vuelan a mayor altura. Pero, como dije, 205 millones (con un presupuesto de 5) les vuelven a la dar la razón.

A la tercera no va la vencida

Lo mejor: El momento Bloody Mary.

Lo peor: La fórmula empieza a aburrir, las innovaciones de puesta en escena están torpemente resueltas y hay demasiada paja para llegar a la duración estándar.


Noche de Miedo

¿Era realmente necesario?

Noche de Miedo

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  • Título original: Fright Night
  • Nacionalidad: USA | Año: 2011
  • Director: Craig Gillespie
  • Guión: Marti Noxon
  • Intérpretes: Anton Yelchin, Colin Farrell, Imogen Poots
  • Argumento: Un vampiro se muda a una urbanización y empieza a nutrirse de sus vecinos. Entre ellos se encuentra un joven y su novia, que al ser testigos de sus andanzas nocturnas se convertirán en su nueva presa.


Noche de Miedo

Los vampiros y los remakes están más de moda que nunca. Es por ello que encontrarnos con la actualización de un pequeño clásico del cine de chupasangres como Noche de miedo (Fright Night, 1985) no lleva a la sorpresa. Sin embargo, aunque simpática, entretenida y recordada con nostalgia por aquello de los añorados ochenta, aquel Noche de miedo no es una película que, al menos fuera de Estados Unidos, se recuerde cómo algo especial. En realidad, es un divertimento de género, siendo estrictos, del montón, pero con las dosis justas de frases, momentos y personajes para destacar por encima de mucho de lo estilizado y del deja vu que se vive desde hace años. Esta nueva versión no ha llegado para mejorar demasiado, pero al menos mantiene esa simpatía y cierto aire ochentero.

Me la esperaba peor…

Lo mejor: Colin Farrell y el moderado respeto hacia la tradición ochentera.

Lo peor: Lástima que algunos efectos CGI y el 3D sean totalmente innecesarios.