miedo en aguas turbulentas
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La carrera del tándem creativo Alexandre Bustillo - Julien Maury parece navegar a bandazos desde su prometedor y contundente À l'intérieur: pieza de horror extremo, donde Béatrice Dalle y Alysson Paradis nos dejaban a todos con el corazón en un puño en una guerra por la supervivencia totalmente descarnada. A partir de allí, han tratado de repetir el éxito participando en otras producciones de terror, que van desde lo sutil de Livide, al horror comercial con Leatherface o Kandisha... en todas ellas han retomado, aunque sea sólo en una secuencia, esa violencia desmedida que les encumbró como promesas del nuevo horror de comienzo de este siglo. The deep house, La casa de las profundidades, se antoja un nuevo giro de timón. Saltan de un cine convencional, muy bien planificado en encuadre y secuencias, a otro aparentemente más casual como es el found footage. Al menos sobre el papel, pues en muchos momentos y desde los primeros compases, la banda sonora y algunos planos deciden salirse de las reglas de juego de este subgénero, para retomar los planos y maneras del cine de toda la vida.
Este material, nos presenta a una pareja de blogueros que deciden subir la apuesta de sus vídeos de aventura. Acuden a la parte más remota de un pantano y se sumergen en las ruinas de un pueblo anegado por las aguas. Encuentran una lóbrega mansión, sorprendentemente bien conservada. La casa está cerrada a cal y canto. El único punto de acceso al edificio será un tragaluz en su desván. Incautos, se adentran en la misma y comienzan el descenso por sus estancias hasta alcanzar su sótano. ¿Les quedará oxígeno para salir?
Lo mejor: Logra texturas y momentos absolutamente originales.
Lo peor: Su guion es plano y muchas de sus imágenes demasiado confusas.