El profesor Jack Adventure, científico y aventurero, junto a sus compinches Buddy y Preciosa Penny, deberán desentrañar la misteriorsa trama urdida por unos seres interdimensionales empeñados en esclavizar a la raza humana.

IT came from yesterday es el resultado de tres años de duro trabajo a cargo de los productores Steve Tolin y Jeff Waltrowski (este último figura como director de la película), quienes crearon en 2008 la productora Clear Conscience Pictures y, a medida que fueron avanzando en el complicado proceso de creación de IT came from yesterday (su primer y dilatado proyecto), fundaron también la empresa de efectos visuales Visual FX. Y es que la película, todo un homenaje a la sci-fi clásica, al cine de aventuras (señalan a Indiana Jones como una de sus máximas inspiraciones) y a los seriales televisivos de los años 50, está creada casi por completo en un entorno virtual gracias al uso de pantallas verdes. En total se rodaron cerca de 1.500 tomas que implicaban, todas ellas, el uso de composición, modelado, animación y efectos especiales por ordenador. Lo curioso del caso es que, a excepción de unos pocos modelos que fueron creados por artistas externos, el resto de elementos creados por ordenador fueron obra de los mismos Steve Tolin y Jeff Waltrowski. Únicamente algunos de los trajes de los diversos monstruos que aparecen en IT came from yesterday no fueron creados por ordenador.

Frank no soporta el mundo en el que vive. Le asquea la televisión y sus mensajes, la alienación de su entorno, lo burdo y superficial de la moral actual, la hipocresía, la envidia, la fama fácil, la burla, el abuso, su ex mujer, el capitalismo, la falta de cultura, el pusilánime novio de su ex mujer, la comercialización del dolor, de la vergüenza, la humillación, el materialismo de su hija, sus compañeros de trabajo, la ultraderecha, los defensores de la patria, los antisemitas, los realitys, el pop comercial… Frank no soporta el mundo en el que vive… Para colmo ha perdido su empleo, se ha llevado un desengaño amoroso y, lo peor de todo, acaban de diagnosticarle cáncer en su cerebro, un tumor no operable y fulminante. Es mucho más de lo que alguien puede soportar en un día y, antes de seguir sufriendo, decide meterse un arma en la boca y terminar de una vez con todo. Pero ya que va a morir es mejor hacerlo dejando un mundo mejor. Así que, con su arma, decide repartir un poco de justicia. No tardará en encontrar una joven con sus mismas inquietudes y, juntos, recorrerán América enderezando todo aquello que esté torcido.

Es frecuente encontrar en el cine norteamericano historias que hablen de personajes inadaptados y al límite, pequeñas ollas a presión que explotan con funestas consecuencias. Lo curioso es lo fácil que se hace empatizar con ellos, meterse en su piel y aplaudir sus acciones pese a lo reprobable de las mismas. Es en ese momento cuando nos paramos a reflexionar y nos damos cuenta de lo profundo que estamos rodando dentro de una maquinaria que cada vez aprieta más y satisface menos. También descubrimos la banalidad de una sociedad que insiste en mirarse a sí misma y que, por lo general, carece de cualquier sentido de autocrítica. Y, lo que es peor, carece de cualquier sentido de autoestima. Descubrimos al monstruo a través de los ojos del monstruo y nos damos cuenta que con un poco de mala suerte podríamos llegar a ser estas personas.

Dos extranjeros, Yerks y Cony, viajan a España a cumplir su sueño. Pero pronto se darán cuenta de que este país no es lo que ellos esperaban… más bien se convierte en su peor pesadilla cuando ella entra en un mundo del cual ya no podrá salir por sí misma.

El director, actor y guionista chileno, afincado en España, Yerko Espinoza, dirige, escribe y protagoniza su ópera prima Sin Sangre Nunca, una historia de amor que el mismo Yerko define como un neo western cruel, oscuro, violento y desalentador, pero al mismo tiempo con algunas pinceladas de humor y esperanza que trazan un sangriento retrato de la realidad que nos rodea. Es el mismo Yerko, que llegó a España a los 18 años con la intención de labrarse un futuro profesional en el campo del skateboard, quién define la producción de Sin Sangre Nunca como una especie de proceso de redención que se prolongó durante más de un año (entre preproducción y rodaje) plagado de dificultades: “Escribí mi mundo real, un mundo de dolor, penas, envidias, odios, sangre, muerte, un mundo en el que por muy oscuro que parezca, siempre hay una llama de luz encendida. Esa llama fue la que me ayudó a cambiar. Unos llegan por otros caminos a la libertad, yo ruedo una película que me enseñó todo lo que debía modificar de mí mismo. Sin sangre nunca me salvó.”

Cuando India Stoker pierde a su amado padre y mejor amigo Richard en un trágico accidente de coche en el día de su 18 cumpleaños, su tranquila existencia en la apartada mansión familiar se hace añicos de golpe. Con una sensibilidad exquisita, India muestra un comportamiento impasible que enmascara los profundos sentimientos y los agudísimos sentidos que sólo su padre comprendía. India se ve arrastrada hacia el hermano perdido de su padre, Charlie, que aparece por sorpresa en el funeral y decide quedarse con ella y su inestable madre, Evie. Aunque India al principio desconfía de su encantador y misterioso tío, pronto descubre que le fascina y se da cuenta de cuánto tienen en común.

Supongo que muchos conocéis a Park Chan Wook a raiz de su denominada Trilogía de la Venganza, que incluyó tres películas: Sympathy for Mr. Vengeance (2002), Sympathy for Lady Vengeance (2005), y la que un servidor considera su gran obra maestra hasta la fecha, Old Boy (2003), cuyo remake norteamericano está rodando Spike Lee con Josh Brolin de protagonista. Al margen de la Trilogía de la Venganza, otras obras destacadas de Park Chan Wook son Join Security Area (anterior a la trilogía, 2000), la extraña I’m a Cyborg, But that’s OK (2007) y Thrist (2009), una muy personal vuelta de tuerca al mito vampírico que, en el caso de que todavía no la hayáis disfrutado, os aseguro que cometeis un error de bulto.

¿Recordáis a Renny Harlin? Si hombre, aquel tipo tan alto que destacó en el cine de acción con taquillazos como La jungla 2: Alerta roja (1990) y Máximo riesgo (1993), pero cuya carrera empezó a desmoronarse cuando se puso al servicio de su entonces mujer, Geena Davis, en el sonado fiasco La isla de las Cabezas Cortadas (1995) y Memoria letal (1996). Claro que, este director danés también ha hecho sus aportaciones al cine de terror: en sus comienzos se dio a conocer con Presidio (1988) y Pesadilla en Elm Street 4 (1988), que siempre me ha parecido la más divertida de la saga. Más adelante pareció resucitar con la entretenida Deep Blue Sea (1999), aunque fue un espejismo dentro de su etapa de declive, en la que, entre otros truños, se encargó de las horrorosas El exorcista: El comienzo (2004) y La alianza del mal (2004). Ahora que Hollywood no le hace demasiado caso, ha decidido probar suerte en el ascendente cine de género ingles con su nuevo trabajo.

The Dyatlov Pass Incident se inspira en un hecho real ocurrido en 1959, cuando nueve alpinistas murieron misteriosamente al norte de los Montes Urales, en Rusia. Desde entonces, el lugar de los sucesos se llamó Paso Diatlov, en recuerdo del líder de la expedición Igor Diatlov. Se barajaron distintas teorías sobre los motivos de las muertes, entre ellas que fueron víctimas de un ataque de los indígenas de la zona, aunque el veredicto final culpó a “una desconocida fuerza irresistible”. Los médicos concluyeron que las lesiones que padecían los cuerpos no podían ser causadas por un ser humano porque “la fuerza de los golpes había sido demasiado fuerte y había tejido que no había sido dañado”. Incluso el canal Historia incluyó la historia dentro de su serie Alienígenas ancestrales, afirmando que los alienígenas podrían haber causado su muerte. En fin.

Cuando un grupo de cazadores de fantasmas que triunfan en la red investigan al infame Jericho Manor, pronto descubrirán que no son solamente fantasmas quienes acechan durante la noche. Mientas que los miembros del equipo son eliminados uno tras otro, los supervivientes deberán averiguar quién… o qué les está asesinando, antes de que sea demasiado tarde. Pero cuidado, si piensas que esto no es más que otra Bruja de Blair… piensa otra vez.

Un nuevo giro a la clásica historia de fantasmas combinando el impacto del found foutage con la atmósfera y el suspensae de La noche de Halloween. No, no he visto la película. La anterior declaración de inteniones pertenece a los responsables de Dead of the Nite, la nueva película del realizador y guionista norteamericano SJ Evans, quien por lo visto debutó en 2010 con el aclamado documental Tattoos: A Scarred History. Lo cierto es que, incluso después de ver el tráiler de Dead of the nite, sigue sin quedarme claro si estamos ante un found foutage con un equipo de grabación pisándole los talones a un grupito de fantasmas (¿alguien dijo Grave Encounters?), o si la presencia de un eventual asesino en serie nos llevará hasta un escenario que poco tiene que ver con los fantasmas.