Asesinos

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Irati

Mitos y leyendas

Irati

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

Irati

Errementari (El herrero y el diablo) se presentó durante las últimas jornadas del festival de Sitges de 2017. Se trataba del primer film de Paul Urkijo; un chaval por aquel entonces convencido de que el cine de leyendas medievales, magia y espadas, tenía un hueco en la industria de la ficción española. Su trama se situaba años después de la guerra carlista e involucraba en ella a un herrero sospechoso de pactar con el diablo, a una niña huérfana y un botín de oro, en un cuento, al filo de lo infantil, con sabor añejo y con varios ingredientes en su mezcla que no terminaban de cuadrar, junto a otros que demostraban un ímpetu y un saber hacer de este director, que pedía a gritos algo más de presupuesto para construir un film excelente. Cinco años y un cortometraje después (Dar-Dar) y nuevamente en Sitges, Urkijo nos presentó Irati; con ese presupuesto extra que reclamaba y con un resultado que lo convierte, hasta la fecha, en la mejor cinta de espadas y hechicería del cine patrio... algo no muy difícil pero no por ello menos meritorio.

La película nos lleva al siglo VII, a un momento en el que el reino de Navarra no existía y conviven, en su tierra, clanes autóctonos, con cristianos emergentes y sarracenos. Una mezcla inestable frente a la amenaza del ejército de Carlomagno, que se abría paso en la península a través del Pirineo. Presenciamos los albores de la batalla de Roncesvalles, donde el padre de Eneko Aritza, protagonista de la historia e interpretado por Eneko Sagardoy, realiza un pacto con una diosa ancestral para salvar a su pueblo a cambio de su vida. Años después, el propio Eneko regresa a la comarca convertido en un cristiano confeso. Cuando su liderazgo sea puesto en cuestión, se verá obligado a buscar el cuerpo de su difunto padre, enterrado junto al tesoro de Carlomagno. No estará sólo en su cruzada: contará con la ayuda de una pagana ermitaña, Irati (Edurne Azkarate) conectada con el conocimiento ancestral del bosque.

Lo mejor: Pura magia de la de antes, llena de aventura y leyendas.

Lo peor: En algunos momentos la imagen es demasiado limpia...


As bestas

Pueblo pequeño, infierno grande

As bestas

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

As bestas

Presentada y aclamada en Sitges y triunfando internacionalmente, por fin se estrena en España la última película de Rodrigo Sorogoyen: As bestas. Posiblemente una de las mejores cintas de cine patrio (y de cine francés también) que deja este año al que le quedan pocos latidos. No podemos saltarnos el reseñarla, pese a que la cinta encaja muy por los pelos en los contenidos de nuestra web: de terror nada y de thriller mucho, pero con varias pegas, que procuraremos deshojar sin que os estropeen la experiencia.

As bestas, muestra de donde viene su título desde su primer plano; en el que vemos a dos jóvenes tratar de someter a un caballo salvaje que lucha, con toda su alma, para que su naturaleza silvestre no se doblegue a la de sus domadores. Un ritual que año a año se repite en Galicia en la conocida ceremonia de Rapa das bestas. Tras esta secuencia, que no sólo tiene un carácter introductorio, entraremos en la historia de un matrimonio francés que ha dejado su vida en la ciudad para empezar de cero montando una pequeña granja y rehabilitando casas abandonadas en la comarca, en defensa de un medio rural, cada vez más empobrecido y falto de sangre nueva.

La pareja (magníficos Denis Ménochet y Marina Foïs) no solo se enfrenta a las vicisitudes de cualquier explotación agraria; también tienen que superar las constantes zancadillas y trampas que organizan sus vecinos de parcela: interpretados por Luis Zahera y Diego Anido, dos hermanos empecinados en lograr que los extranjeros se marchen por donde vinieron por motivos que inicialmente desconoceremos. Conforme los días vayan pasando, el nivel de presión irá en aumento. La pareja, en vista de la poca comprensión de las fuerzas locales respecto a su conflicto, empezará a explorar nuevas vías de defensa pues, claramente, sólo un bando puede salir victorioso de esta contienda.

Lo mejor: Luis Zahera está brutal. La trama tiene una primera parte de comerse las uñas de la tensión

Lo peor: Su segunda mitad cambia mucho de tercio. La parte más criminal de la historia tiene un desarrollo un tanto simplista.


Terrifier 2

El GORE conquista las salas.

Terrifier 2

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Terrifier 2

De la noche a la mañana, Art the Clown se ha convertido en el payaso genocida más famoso del cine. Si, vale, alguno dirá que con permiso de Pennywise, pero aquello en realidad no es un payaso, sino una entidad capaz de adoptar múltiples formas. Sea como fuere, lo que está claro es que Art sí es el payaso más sanguinario. Y aunque antes de Terrifier 2 era un personaje muy de nicho, ahora lo buscan incluso los adolescentes del Tiktok. Supongo que esos son los que han vomitado en alguna sala de Estados Unidos. Y es que por allá, la película se ha convertido en todo un fenómeno del terror independiente. A estas alturas ha superado los 10 millones de dólares en taquilla, con un exiguo presupuesto de 450.000 dólares. Además, estuvo entre lo más comentado y buscado de Halloween, incluso llegando a superar en redes sociales el interés de títulos mainstream como Smile y Halloween Ends. Pero, ¿cómo empezó todo?

Hace casi 10 años llegó, de tapadillo, La vipsera de Halloween, una antología con varios segmentos de terror, más o menos afortunados. El que más llamó la atención fue, de lejos, el último, que protagonizaba el payaso de marras. De hecho, la película se vendía con su rostro. Ya sabían que tenían potencial entre manos. El boca a boca en redes ayudó a dar luz verde a Terrifier en 2016. Y ahí, la estrella era Art.

Lo mejor: Cada vez que aparece Art the Clown y monta su fiesta gore. Little Pale Girl. Lauren LaVera.

Lo peor: ¿Dos horas y media?¿En serio?


13 exorcismos

Sacristán exorcista

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

13 exorcismos

José Sacristán es, para cualquier amante del cine patrio, uno de nuestros valores más importantes. Actor todo terreno, curtido en las comedias típical Spanish de mediados de los sesenta hasta casi finales de los setenta, su evolución ha corrido paralela con la historia de nuestro país, siendo su presencia en cine sinónimo del progresismo por títulos como Asignatura pendiente, Solos en la madrugada, El diputado, Un hombre llamado Flor de Otoño o Madrid, 1987. Hombre de izquierda militante, ateo confeso, el cine de terror era en la vida real también su asignatura pendiente y por tanto 13 exorcismos supone un registro nuevo que, además, le coloca interpretativamente en las antípodas de su personalidad, aunque como me comentó en entrevista: no hace falta acostarte con tu madre para interpretar a Edipo.

La cinta comienza en terreno conocido: Laura, una adolescente de familia ultra católica, se escapa de casa una noche de Halloween para ir con sus compañeros de clase a una fiesta. Esta huida toma rumbos sobrenaturales cuando deciden colarse en un edificio, con leyenda negra de fondo, y realizar en él una sesión de espiritismo. Parece que una presencia maligna ha quedado pegada a la muchacha, que comienza a sentir su amenazante presión y varias ausencias. Una agresión en la escuela desata las alarmas en la familia que, inducidos por su consejera espiritual de que se trata de una posesión demoníaca, comienzan una serie de exorcismos. Al mismo tiempo, la psicóloga de la escuela se esfuerza por convencer al entorno de que realmente todo es una enfermedad mental.

Lo mejor: Algunas escenas novedosas y ver por fin a Sacristán en un papel genuinamente de género.

Lo peor: Como los toros, al final hay que entrar a matar y los exorcismos son ya un terreno demasiado reiterativo. Urco Olazabal no termina de encontrar el tono intepretativo.


Unicorn Wars

Honor, dolor y mimos

Unicorn Wars

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

Unicorn Wars

Este año no tendremos video de Sitges, ya que únicamente pudo acreditarse una persona de Almas Oscuras. Nos quedamos sin cámara y montador, pero también sin el compañero (Javier Muriel) con el que visionábamos la selección de animación del certamen. Por lo tanto, este año, de todo lo presentado en esa categoría sólo pudimos ver la que nos ocupa (bueno realmente estaba en la sección oficial); aunque la verdad no pudimos tener mejor puntería; dudo que en toda la producción de cine de animación nacional e internacional del 2022 exista una cinta que se ajuste más al espíritu de cine inquietante y perturbador de nuestra web. Que sus coloridos fotogramas no os llamen a engaño: el film de Alberto Vázquez es un viaje al corazón de las tinieblas humano, oscuro como la brea.

La cinta nos lleva a un mundo fantástico, donde los ositos luchan contra los unicornios pues su sangre posee dones curativos y porque la leyenda dice que aquel que derrame la sangre del último unicornio se convertirá en ser eterno. Conoceremos a toda una serie de ositos que conforma un escuadrón enviado a una misión suicida. Dentro de este variopinto grupo, dos hermanos: Gordi y Azulín, comenzarán la campaña unidos como uña y carne, pero irán distanciándose al mismo tiempo que el pelotón presenta las primeras bajas… También María, una joven unicornio, busca a su madre explorando un mundo plagado de amenazas.

Lo mejor: Tan oscura que a veces descoloca. Su universo de referencias no le quita un ápice de ortiginalidad. La carne multicolor... ufff.

Lo peor: La segunda parte tiene recorrido más difuso que resta algo de potencia al resultado.


La piedad

Proxy Munchausen en rosa

La piedad

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

La piedad

Eduardo Casanova demostró un prometedor gusto por lo extraño y lo febril en su primer largometraje, Pieles. Aclamada por muchos y denostada por casi la misma cantidad de personas, el director y actor construía una pesadilla sobre el rechazo a lo distinto, una oda a lo feo donde destacaba, por encima de todo, un portentoso trabajo de puesta en escena. La piedad continúa explorando este mundo de lo grotesco y las imágenes perturbadoras, en un film donde el guion parece tener más claro que en el anterior el rumbo, pero en el que nuevamente exige al espectador dejarse llevar por la extrañeza para poder disfrutar de pleno.

La piedad nos presenta a una Madre y su hijo sumidos en una relación de dependencia y anulación constante. Ella (Ángela Molina) es una bailarina en enfermiza búsqueda de protagonismo; lo consiga o no, sabe que siempre contará con la atención de su hijo (Manel Llunel), al que tiene sometido mediante chantajes sicológicos y fingiendo siempre una necesidad de ayuda que ha logrado anestesiar la voluntad del chaval hasta límites insospechados. Convencida de padecer un cáncer, esta madre comienza a someterse a pruebas, pero no será ella la que tenga un tumor sino su hijo... El suceso cambia las tornas de quién depende de quién... o al menos así tendría que ser.

Lo mejor: Original, casi única en su estética y decidida en sus intenciones. Algunas de sus escenas se quedan tatuadas en el cerebro.

Lo peor: A ratos resulta pretenciosa de más, y alguna de sus secuencias es demasiado chillona.