30 monedas: Temporada 2

El infierno se ha desatado.

30 monedas: Temporada 2

La mayoría de los habitantes de Pedraza han sido declarados dementes y encerrados en un psiquiátrico. En cuanto a Elena, sigue en coma postrada en una cama de un hospital; mientras Paco, abatido por los remordimientos, se desvive por cuidar de ella. Por si fuera poco, un nuevo enemigo aparece en escena. Un ser perverso, temido, incluso, por el mismísimo diablo. Es entonces cuando surgen algunas preguntas, como quién es el padre Vergara; si está vivo o muerto, o dónde se hallan las almas torturadas.

30 monedas fue una grata sorpresa dentro del panorama televisivo español. Una serie de terror muy del estilo de su principal responsable, Alex de la Iglesia, con todo lo bueno, aunque también lo malo de sus películas: la primera temporada empezaba muy fuerte, avanzaba bien y, lastima, concluía de forma precipitada y con algunos excesos poco convincentes. Como digo, para bien y para mal, es marca de la casa. Y la segunda temporada parece invitarnos, ya sin remilgos, a una fiesta de referencias, demonios y látex. De hecho, nos lleva al mismísimo infierno con criaturas que evocan claramente a Silent Hill o los cenobitas de Hellraiser.

The Black Demon

Tiburón de leyenda.

The Black Demon

Mientras Paul Sturges se va de vacaciones a Bahía Azul con su familia, desde las profundidades del mar se eleva un enorme megalodón conocido solo por su nombre: El Demonio Negro.

Este verano no tendremos una, sino dos películas con tiburones gigantescos en los cines. Y es que a la secuela de Meg, hay que sumar The Black Demon, una curiosa co-producción entre Estados Unidos y República Dominicana, más pequeña, digamos de presupuesto medio. La verdad es que no tengo los datos del presupuesto, pero viendo el trailer, dudo mucho que se hayan gastado la mitad de los 130 millones de dólares de la citada Meg. Es otro rollo, vaya. Si bien en aquella, apostaron por el espectáculo, el más grande mejor, la aventura e incluso momentos cómicos y parodia autoconsciente, en The Black Demon parece que la cosa va más en serio y se acerca al thriller y al terror, sin suavizar estos elementos o el gore para acceder a la permisiva calificación PG13, en lugar del R (mayores de 18 años). Y ya con esta decisión, desde luego me ganan en detrimento de la otra, puesto que una de las principales razones de la cagada de Meg fue recortar de aquí y allá y cambiar su tono para hacerla apta para todos. Claro, resultó ser un gran éxito, en una jugada similar a la de la infumable Venom (2018).

Tin & Tina

A Dios rezando y con el mazo dando

Tin & Tina

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Tin & Tina

El realizador Rubin Stein ha dado el salto del corto al largo con Tin & Tina. Al igual que en el caso de Cerdita dirigida por Carlota Pereda, este debut convierte en película el cortometraje homónimo de 2013 con el que Stein comenzó su carrera. También, al igual que en Cerdita, el resultado destaca por su enfoque del terror, poco común en el cine español, y asume generosos riesgos, lo que señala a un director más que prometedor que, si sigue por este camino, nos regalará grandes experiencias. Aunque el resultado no es perfecto, creo que podemos marcar a Tin & Tina como el primer gran título del cine fantástico español de este 2023. Como veremos en esta reseña, la película está llena de mala leche y ganas de incomodar.

La trama se sitúa en 1981, en el momento del golpe de estado de Tejero en Madrid. Lola y Adolfo ven truncada su boda cuando Lola sufre un aborto súbito y pierde a los gemelos que tanto deseaban tener. Lola (Milena Smith) cae en una profunda depresión, agravada no solo por la pérdida, sino también porque los médicos les han informado de que nunca volverá a poder concebir. Adolfo (Jaime Lorente) decide que, si no pueden tener hijos de forma natural, los adoptarán. Así, acuden a un convento cercano que se ocupa de niños huérfanos. Mientras Sor Asunción (Teresa Rabal) los guía por la instalación, Lola descubre a dos niños albinos: Tin (Carlos González Morollón) y Tina (Anastasia Achikhmina), que son mayores de lo que estaban buscando, pero con los que establece un vínculo inmediato. A pesar de las protestas de su marido, la pareja termina llevándose a los niños a su casa. Pronto descubren que los crios están obsesionados peligrosamente con la Biblia y sus enseñanzas y que han desarrollado una relación macabra con la fe.

Lo mejor: Muy buena factura en una cinta llena de momentos que descolocan. Que nunca se tome demasiado en serio ayuda a ser más efectiva.

Lo peor: El tramo final opta por torcer el guion al borde de la luxación.


Kindertrauma

Crecer con miedo.

Kindertrauma

Todos los que ahora somos fans del cine de terror, hemos tenido nuestros traumas con él cuando eramos niños. Incluso si tuvieras restringido el acceso a este tipo de películas, al final te las ingeniabas para ver algunas. Y aunque no se trate de terror, mucho ojo, porque hay películas que, lejos del género, o incluso estando dirigidas, supuestamente, a los propios niños, crearon más traumas que muchas de terror puro y duro. Y no solo cine, sino también series, anuncios, caratulas, libros o cómics. Os suena, ¿verdad? Pues de esto va Kindertrauma, un documental con una pinta brutal financiado mediante crowfunding. De hecho, todavía está en ello. Y cuenta con la colaboración de John Carpenter, Brian Yuzna y Sandy King. La dirección corre a cargo de Emma Buntrock-Müller y Blair Hawkins, éste, productor de otros magníficos documentales sobre el cine de terror: In Search of Darkness (2019) e In Search of Darkness: Part II (2020) y el no menos cojonudo In Search of Tomorrow (2022), que hace lo propio con la ciencia ficción.

Oso vicioso

¿Qué animal tan pocholo!

Oso vicioso

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

Oso vicioso

Voy a empezar aplaudiendo que una cinta comercial como es Oso vicioso se la juegue y nos regale un despliegue de gore desmadrado y además muy divertido. Os aseguro que en este aspecto la película contiene momentos épicos. Si la cinta hubiera apostado todo al rojo, es decir, si se hubiera mantenido en sus registros más informales, otro gallo nos hubiera cantado, pero no sé si el estudio, los guionistas o la directora Elizabeth Banks decidieron que el festival gore no era suficiente y empezaron a meter en la trama momentos más convencionales... y aburridos.

Empezamos por lo primero: en un bosque cae un enorme cargamento de cocaína. Un oso encuentra un fardo y lo pasa tan bien que rápidamente se aficiona y recorre el territorio, todo colocado, en busca del resto de la mercancía, llevándose por delante a todo lo que se pone en su camino. Al mismo tiempo, un grupo de delincuentes trata de recuperar la mercancía y una madre busca a su hija y al amigo de ésta que se han escapado del colegio para pasar un día en el monte.

Lo mejor: Las escenas de los ataques son tremendas y muy bien planificadas para impactar. El concepto de inicio me parece una idea sumamente atractiva.

Lo peor: Humor desafinado, un montaje mediocre y pagar la tarifa de nuestros tiempos con una soflama feminista absolutamente gratuita, casi se carga el resultado. No se si mezclar drogas e infancia para hacer humor era necesario.


Divinity

Los experimentos de Soderbergh.

Divinity

El científico Sterling Pierce, que pasó su vida buscando la inmortalidad, creando lentamente los componentes básicos de un innovador suero llamado “Divinity”. Jaxxon Pierce, su hijo, ahora controla y fabrica este suero que era el sueño de su padre. Nos encontramos en un árido planeta que ha sido completamente pervertido por esta droga, y cuyos verdaderos orígenes están envueltos en misterio. Dos hermanos llegan con un plan para secuestrar al magnate, y con la ayuda de la seductora Nikita, se pondrán en camino hacia la verdadera inmortalidad.

¿Ya habéis visto el trailer?¿También estáis confusos? Supongo que es parte del encanto, y la intención de sus responsables. Esta ida de olla llega de la mente de un tal Eddie Alcazar, un joven cineasta que anda entre el corto y el largo con proyectos más o menos experimentales, como el documental Tapia (2013) o Perfect (2018). Esta vez, cuenta con la ayuda, desde producción, del reputado Steven Soderbergh. Y gracias a él, han podido contar con un reparto estelar, dentro de lo psicotronico, muy acorde con la propuesta: Cayle Cowan, Bella Thorne, Scott Bakula, Stephen Dorff o la estrella del porno Emily Willis, entre otros.