Lobos con piel de cordero
Kill List es una película de terror con piel de thriller, un interesante híbrido consistente en narrar una historia clásica del cine de género bajo los códigos de otro distinto, aunque de esto no se sea consciente hasta que se ha terminado de ver.
Jay (Neil Maskell) es un excombatiente que se ha quedado más que tocado tras una misión en Kiev. Vive con su mujer, Shell (MyAnna Buring, habitual de estos barrios en títulos como Lesbian Vampire Killers, Doomsday o The Descent: part 2) y su hijo pequeño pero, a pesar de que se quieren, la convivencia es complicada, pues están acosados por deudas y Jay, en tratamiento, no está en condiciones de aceptar un trabajo convencional. Una noche, su amigo Gal (Michael Smiley), también excombatiente, acude a cenar a su casa con su nueva novia, Fiona (Emma Fryer), y le propone que juntos se hagan cargo de un asunto: un misterioso cliente que le ha contratado para eliminar a las personas de una lista.
Lo mejor: Es inteligente.
Lo peor: La innecesaria sonrisa de un personaje justo en el último minuto. Despista.