Vampiros

Los Pecadores

Sangre y blues hasta el amanecer

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Los Pecadores

Sangre y blues hasta el amanecer

Los Pecadores

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Los Pecadores

Ryan Coogler nunca me había dicho mucho con su cine. Si bien es cierto que no había abordado el género tal y como lo hace aquí, por mucho que coqueteara con él con Marvel y Creed, ya que Sinners es toda una carta de amor, ya no solo al terror vampírico, sino a un buen número de subgéneros que alimentan la película hasta convertirla en una jugosa batidora de elementos que se hibridan con el horror y sus derivados.

Lo mejor: Su desmelenada mezcla de géneros y su efectividad.

Lo peor: Por momentos decae cuando menos debe hacerlo.


Nosferatu

el regreso de Orlok

Nosferatu

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Nosferatu

Cuando Robert Eggers, coincidiendo con el estreno de su cinta El faro, anunció su intención de revisitar la historia de Nosferatu, nadie tuvo duda de que haría un gran trabajo. Su excelente manejo de la composición en La bruja y la mencionada El faro, su uso de la iluminación, el sonido y su narrar clásico nos hacían augurar un resultado sobresaliente. Visto este esperado film, tengo que decir que ha estado a la altura del reto y nos ha regalado una auténtica joya de horror gótico; pese a sus magníficos aciertos, hay que señalar que varios aspectos alejan la nota de este remake de lo memorable.

El Nosferatu de 1922 nace de la intención de F.W. Murnau de trasladar al cine la historia de Bram Stoker: Drácula, sin pagar los derechos de autor. El director, junto con el guionista Henrik Galeen, crearon al conde Orlok, trasunto del vampiro de Stoker, que en su deseo de abandonar Transilvania contrata a un perverso agente inmobiliario para hacerse con una villa en la ciudad de Wisborg. Los trámites del traspaso llevarán a un joven, Thomas Hutter, adjunto de la inmobiliaria, a viajar hasta la residencia de este conde, descubriendo su naturaleza vampírica. Mientras Thomas se queda atrapado en la tierra del malvado Orlok, este ser alcanza por barco la ciudad y empieza a rondar a Ellen, prometida de Hutter, que pronto descubrirá cómo todo su entorno sufre la amenaza de este abominable ser.

Lo mejor: Visualmente impresionante, es terror gótico como rara vez hemos visto en pantalla.

Lo peor: Su recorrido es irregular y de una solemnidad a veces ridícula.


Todas las lunas

Érase una vez una vampira...

Todas las lunas

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Todas las lunas

Rodada íntegramente en euskera, la película “Todas las lunas” se vale de un monstruo ancestral, como es el vampiro, para construir con él un cuento oscuro (pero no mucho), adulto y despojado por completo de los ingredientes del terror. Algo poco frecuente en cine, más común en literatura, que sitúa la película en un territorio un tanto ambiguo y templado. Pero pese a sus imperfecciones, el film contiene también muchos elementos meritorios que esperemos que, al que lea esta reseña, le seduzcan lo suficiente para dar una oportunidad a esta experiencia.

La cuarta guerra carlista está terminando, pero sus estragos han incidido de lleno en un orfanato. Entre humo y escombros una niña está herida de muerte. En sus últimos estertores pide a una mujer que la contempla que le salve. Despertará convertida en un vampiro. Condenada a contemplar eternamente todas las lunas y a aprender a ser como el resto de su manada. Pero antes de que la enseñen las normas básicas de esa nueva vida, su clan sufre una emboscada y sola tendrá que aprender a controlar su nueva naturaleza. El encuentro con un aldeano que la acoge como a su hija lo cambiará todo.

Lo mejor: Apuesta por ser algo diferente. Su factura en la segunda mitad de la historia.

Lo peor: Su factura en la primera mitad es confusa. Sus intenciones son tan suaves que al final no deja una gran impronta.


Mi corazón no late si no se lo dices

Hermanos de sangre

Mi corazón no late si no se lo dices

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Mi corazón no late si no se lo dices

Si “Comrade Drakulich”, de la que hablamos hace nada, era una cinta de vampiros sin apenas vampiros, “Mi corazón no late si no se lo dices” es también una revisión de este género bastante particular. Se trata de un film de marcado corte indie; de tiempo pausado, pocos personajes e impregnada de un profundo y melancólico fatalismo. El film incide en uno de los elementos más recurrentes del cine de terror: las relaciones parasitarias y las dinámicas enfermizas dentro de la familia. De este modo, la película se puede relacionar con otros títulos recientes, de los que esperamos hablaros próximamente, como son “Don´t tell a Soul” o “Son”.

Dos hermanos, Jessie (Ingrid Sophie Schram ) y Dwight (Patrick Fugit) se encargan de llevar a casa a desconocidos para asesinarlos y desangrarlos. Su hermano pequeño (Owen Campbell) es un vampiro y precisa de esa sangre para poder seguir malviviendo. Esta interminable matanza está afectando a cada uno de ellos de manera distinta y la cohesión de la familia parece herida de muerte... pero Thomas, que así se llama este enfermo, sigue precisando sangre.

La cinta elimina de la condición vampírica cualquier atisbo romántico o poderoso. La criatura es un ser patético, absolutamente dependiente... como un enfermo terminal. Su hermano Dwight se ve incapaz de continuar alimentándolo pues el peso moral de sus actos es imposible de asumir. El tormento de cada muerte que arrancan, la necesidad de tomar aire de esa enfermiza casa, le llevan a querer abandonar todo. La sombra de su hermana, decidida a mantener a Thomas caiga quien caiga, le transforma en un pelele y es el garfio que aferra su cuerpo a este particular matadero.

Lo mejor: Muy atmosférica y opresiva. Los hermanos mayores hacen una muy buena actuación.

Lo peor: Sus últimos minutos de epílogo se alargan demasiado.


Comrade Drakulich

Chupando la sangre del trabajador.

Comrade Drakulich

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Comrade Drakulich

Con mucho y buen humor y ese toque que tienen las producciones de los países del Este, que dota de una magia fabulante a su realidad social y que Wes Anderson ha sabido copiar y hacerlo un sello personal, “Comrade Drakulich”, que podríamos traducir como “Camarada Drácula” es una recomendable comedia con muchísima retranca política, que se hizo con el premio al mejor guion en la pasada edición del festival de Sitges. Su proyección junto con “post mortem”, dejaron claro el buen estado en el que se encuentra el cine de estas latitudes, que hace un par de años, por refrescar la memoria, ganó el festival con “Jupiters moon”.

Centrándonos en la cinta que nos ocupa, nos encontramos con un descabellado punto de partida. Son los años 70 y el presidente ruso Brehznev empieza a notar el aliento de la muerte en su nuca, con lo que lanza a sus servicios secretos en busca de la inmortalidad: les pide que capturen a un vampiro. El mayor candidato a vampiro será Fabian; un alto cargo que, junto al Che y a Fidel, llevó el comunismo a Cuba y que ahora se encarga de las donaciones de sangre patriota para los camaradas que se dejan la vida en Vietnam. Pese a que su edad rondaría los setenta años, Fabian luce el aspecto de un atractivo treintañero. Dispuestos a extraer de él el secreto del vampirismo y de la vida eterna, la inteligencia hungara asigna la misión de vigilancia de este individuo a sus dos mejores agentes, que también son pareja: María y Kun. La química entre María y Fabián será inmediata, desatando el interés de la cúpula en que seduzca al sospechoso y los celos irrefrenables de su amante.

Lo mejor: Su humor particular y su factura.

Lo peor: No hay casi vampiros.


Drácula (La serie)

Macarra con capa

Drácula (La serie)

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Drácula (La serie)

Cuando un clásico de la literatura, como es el caso de nuestro conde, ha sufrido incontables adaptaciones en pantalla y parece que ya nada puede sorprendernos, llegan Mark Gatiss y Steven Moffat (conocidos por su revisión de Sherlock Homes para la BBC), para darle la vuelta como a un calcetín y dejar descolocados a los seguidores de sus peripecias. Con tres episodios de 90 minutos, que casi podrían funcionar de forma independiente, han dado tal patada a las bases del mito que aún, en este momento que escribo, no se si es una genialidad o una soberana tomadura de pelo.

En un remoto convento Jonathan Harker trata de reponerse tras su misteriosa experiencia con un conde transilvano: El conde Drácula. Interrogado por la hermana Agatha, su terrorífico relato se va tornando más peligroso cuando la influencia del maligno personaje desvele sus terribles secuelas. Comenzará entonces una confrontación entre la luz y las sombras que llevará la historia a lugares insospechados.

Lo mejor: Logra un nuevo enfoque en el personaje y se toma lo suficientemente poco en serio para saltarse sus propias reglas del juego.

Lo peor: Su tercer episodio casi es una tomadura de pelo y hubiera necesitado de un cuarto para ver donde llegaba la idea con la que concluía